El grito sagrado tuvo otro tono. El llamado existió, pero esta vez no contestó Balvorín. Gustavo, el goleador, le cedió el protagonismo de red a dos que lo tenían merecido. Los goles de Luis Vega y Rodrigo Malbernat llegaron en buena hora. Aunque si "Ring...Ring" hacía el suyo y se pegaba a la onda de su compañeros, la historia entre San Martín y Gimnasia y Tiro de Salta habría sido otra. Igual, muchas buenas conclusiones pueden sacarse a partir de los "santos" que amargaron al puntero: 1) El equipo tiene otras opciones. Ya no es sólo centro al 9; ahora también vale probar de afuera. Y San Martín tiene con qué hacerlo (las dos conquistas fueron tiros rasantes). 2) La apuesta de Ramacciotti dio resultado: con la baja de Goicoechea, el DT reubicó a "Cebolla" en un puesto atípico y rindió. "Así como está el pibe (muy bien) es un momento que no se puede desaprovechar", dijo con algo de visionario "Rama", en la previa al choque semanal. 3) El espacio vacante en el medio, ese que antes de arrancar el año tenía a varios candidatos posibles, finalmente fue para "Rodri". El volante jugó de entrada también en San Francisco y el miércoles comenzó a tatuar su firma en el lugar. Que todo esto haya sucedido en el contexto de un equipo mejorado incrementa las ilusiones. Volver a dominar en defensa y no regalar nada será la nueva misión. "Actitud y Juego" Malbernat fundamentó el empate con el "albo" resaltando que se trataba del líder indiscutido, que está 10 puntos por arriba en la tabla. "Lo que me gusta es que el equipo está encontrando buen juego". Vega coincidió con el. "Más allá de que no se ganó, jugamos bien. Creo que estamos por una senda que nos va a dar buenos resultados", dedujo "Cebolla". Para ellos la clave tiene dos palabras: actitud y juego. "Con esas dos cosas hacés la diferencia en esta categoría", aseguró Rodrigo. Por eso, San Martín no debe bajar la guardia. Arrancó mejor de lo que muchos hubiesen apostado, después de una pretemporada que no por dura dejó de ser complicada. Es pura verdad. Desanimarse por algunos puntos perdidos sería la peor elección de todas.
