El defensor cipoleño del Tigre campeón recordó sus comienzos.
Casi todas las historias de los grandes campeones suele deparar momentos vividos no tan felices para llegar al reconocimiento.
Néstor Moiraghi conoce a la perfección de todo eso y en su mejor momento no olvida lo transitado en Cipolletti, junto a su numerosa familia del barrio La Paz.
Para el penúltimo de una lista de seis hermanos (solo una dama entre todos ellos), el recuerdo de su hermano fallecido es inevitable. Fue hace 23 años, yendo al Batallón 6 cuando Gastón (uno de los mellizos mayores del clan) fue atropellado por un automóvil al cruzar la Ruta 22.
"Lo había llevado mi viejo y los dejó del otro lado para poder dar la vuelta y volver a Cipolletti. Iba con otro chico que zafó, pero mi hermano no", soltó el Chino. "Me acuerdo y me emociono. Traté de hacerles las cosas fáciles a mis viejos, sabiendo el momento que vivían y no meterles más problemas, se sinceró.
"Benedetto hizo el control para adelante y en un movimiento me dejó afuera de la jugada, por su jerarquía. Estaba rogando que el arquero pueda hacer algo y pegó en el palo"."Me entusiasma jugar la Libertadores, pero tenemos la prioridad de volver a Tigre a primera. Jugué la B Nacional con Olimpo y no va a ser fácil. Es un torneo complicado".Néstor Moiraghi. Defensor central de Tigre
Y a los 16 emigró a Lanús para buscar su destino desde las inferiores. "Toda mi familia ayudó mucho para llegar y para que esté aquí. El gran esfuerzo lo hicieron mis viejos, él laburaba y mi mamá, ama de casa", reconoció.
En 2007 formó parte del plantel de Lanús que fue campeón en Argentina y en 2012 dio la vuelta en Uruguay con la camiseta de Defensor Sporting.
Hará el intento por volver en este receso a recargar pilas con los seres queridos, pero hay una promesa dando vueltas que altera todos los planes. "Le prometí a mi hijo más chico (Tiziano de 5 años) que lo iba a llevar a conocer la nieve. Gonzalo (12) ya conoce y mi señora, María José, es de Lanús, así que estamos complicados", dijo entre risas. El pago tira y sobre todo en momentos de tanta felicidad. "Veremos si logro matar dos pájaros de un tiro", expresó.
Mientras tanto, el celular sigue siendo un vínculo fluido con los amigos del barrio. "Siempre me escriben y tengo contacto con todos ellos", dijo. Los mismos con que en cada fin de año se cumple el ritual del fútbol y el asado, aunque al Chino se lo protege hasta que deje la rutina profesional. "Todavía no renové con Tigre.
La semana que viene hay reunión con mi representante", reconoció uno de los preferidos de Néstor Gorosito.
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