El enganche es de La Pampa, viene de jugar tres años en Asia y ayer se entrenó por primera vez. Tiene 10 días para convencer a Roldán que puede integrar el plantel. Una historia particular. Diego Méndez tenía otras ofertas para jugar seguro, pero dio los motivos por los que ninguna le interesó más que una prueba en San Martín. Para él serán 10 días donde podrá mostrarse y pelearla para ganarse un lugarcito en la lista de buena fe que se conformará por el Argentino que se viene, aunque eso de arremangarse y adaptarse a lo que toca no sea un inconveniente sino más bien su fuerte. Es que son pocos los que parten a tierras vírgenes para los ojos futboleros de estos pagos, y Diego (en 2010) decidió dar ese paso: desde La Pampa -donde nació- por un contacto amigo viajó hasta el continente asiático para jugar en Shb Da Nang, de Vietnam. Acá repitió la historia. "Hice contacto con otro amigo, que no tiene nada que ver con el fútbol, pero es conocido de Roberto Sagra. Entonces me propusieron venir unos días a probarme y que me vea el técnico. No lo dudé", comentó quien ayer se movió junto al equipo y sumó un punto a favor: juega en un puesto que Carlos Roldán piensa debe seguir cubriendo. Es enganche, tiene 24 años y una altura considerable para la posición. Tres años jugó el de General Pico en los lejanos suelos signados por la guerra. La Primera división fue su experiencia inicial, donde el fútbol era cosa seria y el equipo convocaba de verdad. El segundo año jugó en Tay Ninh, y el tercero en Binh Dinh, donde ya eran comunes las cargadas y carcajadas hasta por un lateral mal sacado. "Es que ahí todo es más un show que algo pasional. El juego les gusta, pero por ejemplo se ríen si un jugador le pega mal a la pelota o trastabilla y se cae. En ese sentido se lo toman con gracia", recuerda y aunque recién el domingo conoció Tucumán, ya sabe que aquí las costumbres no son las mismas. "Para mi es importante aprovechar la oportunidad en un club grande como San Martín. Además, quedé encantado con la ciudad, con el clima. Siento que la gente es muy cálida por eso también me dan ganas de quedarme. Haré todo lo posible", promete "Dieguito". Ferro de Pico, Ferro de Alvear y Pico FBC son el pasado en la liga pampeana de quien hoy está a la espera de dos amistosos para seguir mostrándose en La Ciudadela (contra San Juan mañana y ante San Jorge el sábado). "Uno cuando llega a los lugares se da cuenta si va a encajar o no y yo noté que además de todo lo que significa esto, los compañeros y el DT son muy amables. Quería entrenar a la par de ellos y ver si estaba a la altura. Y creo que lo hice", sostuvo con fe "El vietnamita". Y si, el nuevo apodo llega en combo con la bienvenida.