Esperanzado con su regreso a Independiente Rivadavia, Carlos Araujo confesó que Mendoza lo seduce mucho por su familia y se mostró con muchas ganas de volver a entrenar y ponerse a punto, para llevar a la Lepra a lo más alto.
A poco de cumplir 39 años, Carlos Araujo aún sigue con el mismo entusiasmo. "Pipi" dejó Huracán, donde estaba desde 2016, para volver a su provincia natal, Mendoza, y ponerse nuevamente su primera camiseta, Independiente Rivadavia.
En charla con Ovación, reconoció: "Estoy muy ilusionado y con ganas de encarar este nuevo desafío. La decisión pasó por un tema familiar, Mendoza me tira mucho y mis seres queridos han visto mi carrera a la distancia"
"Me siento competitivo y es el momento para volver - manifestó sus ganas- Estoy con ganas de sumarme al plantel de Independiente y empezar a entrenar. Tengo muchas esperanzas de hacer un buen papel y que la Lepra pueda llegar lo más alto posible".
En la Lepra arrancó su carrera de 2000 a 2002 y por eso recordó: "La etapa que viví en el club fue de mucha emoción. Sentí mucha alegría cuando me subieron al plantel profesional, estoy eternamente agradecido a Cachín Blanco. Fue la persona que me hizo debutar, me dio toda la confianza. Siempre me maté por la camiseta".
Por otra parte, analizó su presente: "He crecido muchísimo, tuve muchas experiencias a nivel nacional e internacional. Tengo 38 años, sigo siendo un jugador competitivo y me siento bien cuando entro a una cancha".
"la clave para mantenerme es la pasión que tengo por el fútbol. Todos los días me levanto con ganas de entrenar, de seguir progresando, continuar creciendo", agregó.
Además, contó: "Pasan los años y sigo disfrutando de jugar al fútbol. Las claves son la alimentación, un buen descanso, la contención familiar y entrenar duro"