El arquero contó que lo llamó un dirigente para despedirlo, pero tampoco hizo demasiado mérito para quedarse. Un despido más en Central Norte. Esta vez se trata de Lucas Rodríguez, el arquero que hizo carrera desde las divisiones menores pero que nunca llegó a consolidarse. Rodríguez nunca convenció como para ganarse el puesto en los distintos procesos futbolísticos y vivió siempre a la sombra de Mariano Maino en su momento, y ahora de Carlos De Giorgi. Además, los dirigentes ya no estaban de acuerdo con la pasividad con la que se mantuvo dentro del club y en la última reunión de comisión directiva decidieron darle por cumplido su ciclo en el club. Rodríguez, por su parte, se mostró contrariado por su salida y contó: “Por teléfono me llamó un dirigente, me dijo que pase por la secretaría para cobrar lo que me debían y que ya no pertenecía más al club; fui pero no había nadie”. En tanto, el presidente Macaione dio su versión en El Tribuno: “Lo estuve esperando junto a otros chicos pero él nunca apareció”. El titular azabache también sostuvo que fue el tesorero quien debía anticiparle su salida y que luego, personalmente y en el club, iba a concluir el vínculo del arquero. Macaione luego se refirió a cierto conformismo de Lucas y reveló: “Hace dos años que lo buscan de otros clubes para atajar en Argentino B, pero él no se quiere ir y creo que debe cambiar de aire y probar en otro club, ya que en Central Norte nunca se ganó el puesto”. Rodríguez, el Gato, como le llamaban en el club, era considerado como el tercer arquero del plantel (por detrás de De Giorgi y Salort) y la dirigencia optó por despedirlo para que ese lugar sea ocupado por un jugador de las divisiones inferiores (ver aparte). Otras de las razones del despido caen de maduro: principalmente por el reajuste presupuestario, por el cual hasta ayer se fueron siete futbolistas (Piris, Artura, Bianco, González, Martínez y Medina), pero sobre todo porque Rodríguez nunca demostró la personalidad para ser el arquero de Central Norte.
