No todo fue “color de rosa” para el defensor antes de dar el gran salto. Y aconsejó a los pibes: “No hay que bajar los brazos”. El joven, salido de la cantera millonaria, pegó el gran salto a la “T” luego de pelearla en el Argentino A, pero no se olvida de sus momentos en la Vicente López, donde tuvo que esperar su oportunidad para demostrar sus condiciones. “El fútbol es muy cambiante. No hay que bajar los brazos. Hace dos años quería dejar el fútbol porque no tenía continuidad. Llegó Salvador Ragusa y me puso algunos partidos en el Argentino B y después, con el Tano (Riggio), agarré la titularidad en el Argentino A y eso cambió mi vida para siempre”, comentó el defensor. “Gimnasia y Tiro (S) me abrió las puertas al fútbol grande. Fue un gran equipo el que me tocó integrar la temporada pasada, hicimos una gran campaña y sin mis excompañeros no estaría acá”, reconoció Burgos, quien también se refirió a su presente en Talleres: “Estoy contento por este gran presente y a su vez motivado para lo que viene. Ojalá siga jugando de titular. Lo importante es saber en qué club donde uno está parado. Tenemos que defender mucha historia”. Burgos, quien fue titular en doce de los veinte partidos que disputó la T en la presente temporada de la B Nacional, recordó lo que significa jugar en un Mario Alberto Kempes repleto. “Es una sensación hermosa, tiene su presión, pero lo importante es saber que a todos los partidos vienen casi 40 mil personas a alentarnos. Ellos lo viven al fútbol muy diferente al salteño”, sintetizó. Por último, pidió un deseo de fin de año: “Apunto a tener una muy buena temporada en Talleres para poder llegar a Primera, si hacemos bien las cosas y rindo, puedo pegar el salto. Quiero afianzarme como titular en Talleres y en junio del año que viene poder llegar a Primera. Son objetivos deportivos que me voy planteando y ojalá se me puedan dar”.
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