Quilmes retornó al trabajo este miércoles por la mañana, sin descanso tras la eliminación de la Copa Argentina del pasado martes. Bajo la lluvia, el plantel se entrenó ya pensando en All Boys, el rival al que recibirá el próximo domingo (desde las 16.05) y lo hizo dividido en dos grupos.
Por un lado lo hicieron nueve de los once que fueron titulares ante Central Córdoba de Santiago del Estero, que realizaron sólo ejercicios físicos livianos en el gimnasio del estadio y toques de pelota en la cancha de césped sintético del polideportivo municipal.
No estuvieron con este grupo Santiago Moya (hizo sólo gimnasio por un traumatismo en el tobillo derecho, no es de gravedad) ni Santiago Puzzo, que como jugó sólo el primer tiempo estuvo con el otro grupo, que tuvo a los suplentes o los que no jugaron el martes. Ese grupo realizó tareas técnicas en el anexo, con definición, duelos, rutas de pases y fútbol en espacios reducidos. Ramiro Martínez, con un estado gripal, hizo sólo kinesiología.
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