Este domingo 28 de julio en la segunda fecha de la zona B de la Reválida por el Torneo Federal A, una bomba de estruendo arrojada desde la tribuna sur cayó a metros del arquero Moyano de Douglas Haig de Pergamino. El juez Ceballos decidió suspender el encuentro ante el estado de salud del guardameta del equipo visitante. Iba un minuto del primer tiempo.
Apenas se había movido el balón cuando Daniel Moyano se tumbó sobre el césped tras caer una bomba de estruendo a pocos metros de su humanidad.
La bomba de estruendo fue arrojada desde la tribuna sur, donde se ubica la banda.
Inmediatamente compañeros y rivales lo rodearon para asistirlo con los cuerpos médicos de ambos planteles. Mientras eso ocurría algunos jugadores mensanas, como el capitán Leo López, se cruzó con palabras y gestos hacía algunos de la barra brava. También Germanier y Jonathan Benítez se acercaron hacia el alambrado para pedir que se calmaran.
Inmediatamente la sensación de partido terminado fue generalizada, lo que se concretó casi 40 minutos después cuando el juez César Antonio Ceballos tras consultar con el encargado de seguridad, y la imposibilidad del arquero visitante de seguir jugando, mandó a ambos equipos al vestuario.
Clima tenso
La previa tuvo un clima enrarecido con una bandera ubicada sobre el sector este, con agravios hacia el presidente del club Sergio Vereda como del intendente de la ciudad José Eduardo Lauritto, además se sumó al escaso control policial con ese grupo "que alienta".
Para Gimnasia el panorama es más que complicado para su futuro inmediato: está último en la tabla general y ahora deberá esperar la decisión del Consejo Federal de fútbol, con muy probables sanciones económicas como deprotivas hacia el club. Ante una situación institucional muy endeble, el fantasma del descenso cobra una dimensión corporal muy concreta.