En el regreso de Fabián Nardozza como DT, Almirante igualó 1 a 1 con Defensores Unidos de Zárate y le puso fin a una temporada para el olvido.
Los hinchas de Almirante Brown saltan y cantan. Arman su propia fiesta. Cualquier desprevenido podría pensar que están intentando empujar al equipo aurinegro a conseguir un objetivo importante. Pero no. El Mirasol juega el último partido del torneo solo para cumplir con el fixture. Y apenas logra empatar 1 a 1 ante Defensores Unidos de Zárate, en el cierre de una temporada que nadie recordará.
Pese al regreso de Fabián Nardozza a la dirección técnica, no había demasiados motivos como para imaginarse que el conjunto aurinegro podía entregar una imagen diferente a la que exhibió el resto del año. Y por supuesto que eso no ocurrió.
Porque Almirante mostró todas las limitaciones que evidenció en 2024. Apenas un par de destellos de Diego García, algunos arranques de Gonzalo Flores y el aporte goleador de Samuel Portillo pueden destacarse de un partido que rápidamente quedará en el olvido.
El pitazo final de Lucas Cavallero, entonces, sonó como una especie de alivio para el pueblo aurinegro, que hacía rato estaba esperando que este certamen se archive para siempre.
"Te sigo alentando solo por la camiseta", ruge la hinchada en la popular, mostrando su fidelidad incondicional. Una hinchada que, en 2025, se merece volver a ver a un equipo que pelee por cosas grandes.
