Con gol Ezequiel Cerica, el tricolor venció 1-0 a Santamarina en la ida de la semifinal. Se define el domingo que viene en Tandil.
Villa Mitre ganó un partidazo. Por lo que hay en juego, contexto, rival y pensando en lo importante que puede significar a futuro.
Cuando el juego entraba en su etapa final y lejos de ser el mejor momento en la tarde para el tricolor, Ezequiel "Pastelito" Cérica le dio la victoria ante Santamarina por 1 a 0, para que la Villa vaya con ventaja a Tandil, de cara a la revancha de la semifinal de la Reválida del Torneo Federal A.
Pero para eso falta y antes el equipo bahiense tuvo que trabajar, luchar y jugar en un cotejo que en todo momento se disputó bajo un clima de tensión, bien característico de esta etapa de definiciones.
Lo cierto es que en ese contexto, el equipo que dirige Carlos Mungo comenzó la tarde bien pisado, siendo agresivo y generando chances.
Aunque los minutos pasaron y le costó ser eficaz, de hecho hizo lo que debía hacer ante la necesidad de saber que era clave conseguir un resultado favorable pensando en la vuelta.
En ese sentido, en los primeros 15 minutos tuvo dos chances claras y que llegaron con la misma fórmula: Jara desbordando por derecha y centrando atrás en busca de opciones. En las dos ocasiones, le faltó puntería en la definición: Jeldres la mandó por arriba a los 4 minutos y Enzo González remató al travesaño a los 14.
Pese a eso, el arranque mostró a un Santamarina que salió decidido a disputar la pelota y el territorio, con una línea de cinco en el fondo que hacía bien ancha la defensa, Igartúa uniendo líneas entre los de abajo y los del medio y la movilidad de sus amenazantes delanteros.
La idea de taparle las bandas a Villa Mitre funcionó durante gran parte de la tarde y le permitió anular a Obredor, que no logró desequilibrar por derecha.
Entrada la media hora de juego, el dueño de casa tomó las riendas, creciendo en los minutos de posesión y también adelantándose unos metros en el campo.
Con el partido así planteado, el tricolor intentó ser paciente para sumar pases y asociarse, aunque de a ratos se repitió en pelotazos y envíos largos.
No obstante, encontró buenas chances cuando jugó por el centro con la movilidad de Enzo y Maxi López y comprimió a la defensa aurinegra, lo que le dio campo para trepar a Ihitz, aunque Nico no estuvo fino en los metro finales y no pudo aprovechar lo que el juego le daba.
En ese ir y venir se fue el primer tiempo con un Villa Mitre que creó pero no fue eficaz y un Santamarina que se mostró como un equipo duro, solidario y ordenado pero que nunca logró inquietar a Molini.
El arranque del complemento y con el reloj haciendo su partido en la cabeza de todos (jugadores e hinchas), la visita creció.
Durante los primeros 20 minutos la Villa no logró hacer pie ante un aurinegro que manejó la pelota, ganó duelos individuales y, sobre todo, se adueñó del mediocampo con Igartúa como patrón.
En medio de esa incertidumbre que crecía conforme pasaban los minutos, el local perdió un poco las formas, se volvió un equipo largo y algo desordenado y quedó muy lejos de inquietar a Mazza.
Ante un rival que, siendo justos, venía cumpliando muy bien la parte defensiva y que durante un rato pasó a dominar el trámite pero que nunca pudo poner en serios aprietos a Molini, ni logró explotar a su delantero De La Vega, que llegaba en racha y es uno de los máximos artilleros del torneo.
Como es habitual, Mungo refrescó la delantera con los ingresos de Cérica y Vivani, por Jara y Jeldrés, y de a poco Villa Mitre comenzó a cambiar las vibras.
Fabello creció en el medio, el equipo volvió a tomar forma y orden y recién a los 32 minutos llegó la primera clara de la segunda mitad, con una carambola tras un centro de la izquierda de Vivani que casi se mete al segundo palo.
Fue el comienzo y el aviso de lo que vendría...
Es que apenas unos minutos después, Maxi López (de buen rendimiento) centró desde la izquierda y Cérica, que había entrado con toda la fe del mundo, usó el manual dentro del área chica: lejos de impacientarse, la paró, se tomó una milésima de segundo y definió con bronca a la red desatando el festejo en El Fortín que lo festejó con alegría y mucho desahogo.
Y sí, en el Día de La Tradición, apareció "Pastelito"...
Pero había más, porque Santamarina no se conformó con el 0-1 y en los últimos minutos fue, incluso descuidando las formas, y hasta llevó algo de zozobra con una pelota parada y una salida dubitativa de Molini, pero no pasó a mayores.
Lo cierto es que el tiempo corrió y Villa Mitre cumplió con su parte: ganar en su cancha.
Ahora, el finalista se definirá en Tandil, ciudad que le trae gratos recuerdos al pueblo tricolor...
Villa Mitre (1)
Molini 5
Hertel 5
Manchafico (c) 6
Mancinelli 6
Ihitz 5
Obredor 5
Fabello 6
E. González 6
M. López 6
G. Jara 5
Jeldres 5
DT. Carlos Mungo
Santamarina (0)
Mazza 5
J. Jara 6
Labaroni 5
Palmieri 5
Ag. Jara (c) 6
R. Martínez 5
Barbieri 6
Igartúa 7
F. Pérez 5
Dezi 5
De La Vega 5
DT. Duilio Botella.
PT. no hubo goles.
ST. gol de Cérica (VM), a los 34.
-Amonestados. Vivani (74m.) y Petinerolli (89m.), en Villa Mitre.
-Cambios. 59m. Vivani (6) por Jara; 73m. Cérica (7) por Jeldres y 80 Petinerolli por Obredor, en Villa Mitre; 65m. Marín por Dezi, 73m. Doñate por De La Vega y Lucero por J. Jara y 85m. Galabert y Ortega por F. Pérez y Barbieri, en Santamarina.
-Árbitro. Matías Billione Carpio (6).
-Cancha. Villa Mitre (excelente).