Siete son las bajas “albirrojas” y el panorama es oscuro.La novedad cayó como un balde de agua fría, sobre todo porque la vuelta a los trabajos encontró un plantel por demás reducido. Primero fue Juan Paulo Suraci quien decidió cambiar de aire y eligió disputar la próxima temporada en el “Cruzado”. Ayer, imitando al delantero, Daniel Imperiale le confirmó a los popes que se marcha a calle Vergara, tentando ante la chance de jugar un torneo superior y con una oferta que no pudo rechazar. “Claro que estamos preocupados. El panorama no es el mejor y tendremos que enfrentar los cinco partidos que restan con quienes deseen hacerlo y estén preparado para ello”, confió Mauricio Bartolomé, Vicepresidente del club, quien prefirió no opinar sobre la salida de los jugadores. El que podría regresar al club hoy sería Claudio Ojeda, quien justamente fue el que inicio el éxodo de jugadores, aún cuando todavía quedaba una fecha por jugar en 2013. Su deseo de probar suerte en Chile lo llevó a abandonar al equipo cuando se jugaba una parada complicada ante Huracán en San Rafael. La sangría de jugadores continuó con la finalización del año. Nahuel Colombo, Cristian Zárate, Esteban Goicoechea y Bruno Zandanel avisaron que no volverían el Este provincial tras las fiestas de fin de año. El arquero adujo no sentirse cómodo con la ciudad esteña, en tanto que el enganche colgó los botines para ser ayudante de campo de Rubén Forestello. Mientras, el carrilero izquierdo, decidió aceptar una oferta de un club tucumano que milita en el Argentino A. El lateral derecho no explicó sus razones y tampoco apareció el primer día de pretemporada. Ante ello, Carlos Roldán, el DT, se encontró un panorama oscuro en el retorno a los trabajos. Hundido en la última colocación de la tabla, a ocho puntos del puesto que lo dejaría en lo dejaría en la categoría, muchos comienzan a pensar en algo más que un milagro para mantenerse. El horizonte “albirrojo” anuncia nubarrones.
