El PF llegó para el último tramo del torneo y exige todos los días al plantel. “Veo un grupo unido y convencido”, dijo. La partida de Ricardo Cassini, a mitad de campeonato, había dejado un hueco importante en el cuerpo técnico de Juventud Antoniana. El profe de la primera local, Alejandro Alesso, acompañó al plantel hasta fines del 2013. Pero en las vacaciones, el cuerpo técnico no descansó y acordó la llegada de un nuevo profesional al equipo, el eslabón que le faltaba. Lucas Córdoba, de 25 años, se transformó así en el nuevo preparador físico (PF) del santo y llegó de la mano de Alberto Boggio, quien lo recomendó a la dirigencia por su trabajo en las inferiores de Rosario Central. “Encontré un buen plantel, con el cansancio lógico de las vacaciones. Se están adaptando ellos a mí y yo a ellos. Recién los estoy conociendo pero veo un grupo unido y convencidos de lo que quieren”, sostuvo Córdoba, quien se refirió a sus métodos de trabajo. “Desde mi lugar, trato de ser útil en toda la parte física. Para ellos son todos trabajos nuevos que no venían haciendo. Tengo un forma de trabajar mucho con la pelota y la intermitencia”, comentó el flamante PF. Además de mostrar su carta de presentación, Lucas Córdoba se refirió a la relación que tendrá con el técnico, teniendo en cuenta que la partida de Cassini, se produjo por “diferencias” con el entrenador. “No sé cuáles fueron las causas del alejamiento del preparador físico anterior pero tampoco tengo que opinar de eso. Desde mi llegada, me dieron la libertad para trabajar y además tengo un continuo diálogo con el entrenador. No puedo trabajar aislado del técnico, tengo que hacer trabajos acorde a lo que me pida él”, sostuvo el PF, quien fue ratificado por el mismo cuerpo técnico a continuar con él en el futuro.