En una campaña mediocre para ambos, se enfrentaron en el Carlos V el local y el Deportivo Armenio, conjunto que esta semana se transformó en la sorpresa de la Copa Argentina cuando dejó afuera por penales al Talleres cordobés.
Los apremios para el equipo de Davio, que apenas suma 8 puntos de 27 en juego y se consolida en la zona roja de la tabla, se volvieron a manifestar a través de las dificultades para encontrar frescura en la circulación de juego.
Aunque la gente Canaria no le tuvo demasiada paciencia al equipo y cuando apenas habían pasado media hora de juego comenzó a exigirle mayor "entrega", el equipo amarillo corrió mucho pero mal. Por eso le costó generar desmarques y espacios que le abran el camino hacia el arco rival.
A pesar de eso, la chance más clara del primer tiempo estuvo en los pies del número 9, el mendocino Joan Juncos, cuando la pelota le quedó picando en la puerta del área y apremiado por su marca disparó muy encima del travesaño.
Por su parte, el equipo de la comunidad, sin controlar el juego ni acercarse demasiado al arco defendido por Tomás Figueroa, pudo haber conseguido un premio injustificado tras una gran jugada de Maldonado por derecha que Montero demoró en definir y permitió el cierre casi providencial de un defensor canario en plena área.
En el segundo tiempo todos los hinchas canarios, al menos por algunos minutos, se ilusionaron con presenciar el comienzo de una levantada que pudiera dar vuelta la historia. Sin embargo, todo resultó ser apenas un espejismo.
Cuando Flandria se posicionó algunos metros más adelante en el campo, presionó mejor e incluso tuvo la posibilidad de marcar el primer gol (tras un pase de Blanco que habilitó a Ludueña y su remate fuerte lo encontró al arquero bien posicionado), llegó lo que sería un golpe irremontable.
A los 25 minutos, el grandote central armenio Medina se sacó la marca de encima en un córner excelentemente ejecutado y clavó su cabezazo bien esquinado contra el palo izquierdo de Figueroa que sólo alcanzó a mirar de forma atónita el ingreso al arco del balón.
El Canario entró en fase de desconcierto. Con los ingresos de Salega y Jaureguiberry ganó algo más de chispa ofensiva pero ya era demasiado tarde (ambos tuvieron la posibilidad de empatar). Incluso un zurdazo de Villalba a los 31 minutos se estrelló en el palo, lo que hubiese sido una exageración para un partido equilibrado.
De esta forma, Flandria se sigue hundiendo en el fondo de la tabla y ya se encuentra a escasos dos puntos de los que estarían descendiendo. Habrá que esperar si el DT Davio se siente con convicción para sacar al equipo de este mal momento y si la dirigencia lo sostiene.
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