Esta tarde el Gaucho, superó por 1 a 0 a Arsenal de Sarandí en el duelo de la undécima fecha de la zona a de la Primera Nacional.
Güemes al fin pudo festejar. Esta tarde superó por 1 a 0 a Arsenal de Sarandí en el duelo de la undécima fecha de la zona a de la Primera Nacional. De esta manera, el estreno de Pablo Martel fue con alegría absoluta. Maximiliano Álvarez anotó el único gol del partido.
Fue un primer tiempo con chances para los dos, pero siempre dio la sensación de que Güemes estaba más cerca de marcar. El local tenía mucha movilidad de mitad de cancha hacia adelante y pisaba con frecuencia el área rival. Tras unos primeros minutos de dominio azulgrana, Arsenal comenzó a ganar en confianza y a jugar más en campo rival.
David Veliz tuvo la primera con un remate débil que controló el arquero Pourtau. Arsenal contestó con dos chances claras. Primero, Klusener estuvo cerca del empate y a los 23', Ciro Rius, solo en el área chica, cabeceó afuera tras un centro preciso desde la izqueirda.
A los 33 minutos, llegaría la apertura del marcador. Milton Gerez apareció por la izquierda. Metió un centro bajo que se desvió en una pierna. La pelota le quedó picando a un Maximiliano Álvarez que remató de derecha cruzado, para estampar el 1-0 para el "Gaucho". Pourtau poco pudo hacer para evitar el gol santiagueño.
La apertura del marcador le dio confianza a un Güemes que siguió manejando la pelota. El equipo de Franco perdió la posesión y claridad para atacar y encontrar los espacios. Así, se cerraría la primera mitad.
El complemento comenzó con menos intensidad. Güemes jugaba con la ventaja y el reloj a su favor. Arsenal estaba cada vez más lejos de su mejor versión en la tarde, cuando había llegado con mucho peligro. A los 11, Serrano, el más movedizo en la visita, metió un centro cruzado desde el sector izquierdo que nadie llegó a conectar.
Entre la necesidad de uno y las ganas del otro, el partido se hizo más dinámico.
En el último cuarto de hora, se hizo un partido ordinario. Güemes resistía cada vez más cerca de su área y eso era peligroso. Arsenal lo fue a buscar con mucho corazón y poco fútbol. Puso la pelota en campo rival y el Gaucho casi no cruzaba la mitad de la cancha. hasta el final cada pelota se luchó como la última. Así, el desahogo llego con el pitazo final y Güemes al fin pudo celebrar.