El Arrabalero arrasó con goles de Romay y Figueroa, mientras que CAVA perdió los estribos y sufrió tres expulsiones en el complemento.
Partido para el olvido de Victoriano Arenas. Mucho para corregir y poco para rescatar de los 90 y tantos minutos que disputaron en el Estadio Tres de Febrero. Y todo esto en un contexto complicado, en el que las fechas siguen transcurriendo, pero el equipo de Oscar Morali no logra alejarse del temible puesto de descenso. Solo dos puntos lo separan del último lugar.
Con todo esto en mente, El Arrabalero, que necesitaba la victoria para meterse en el último puesto de clasificación al reducido, no dejó pasar la oportunidad. Si bien no está de más aclarar que la defensa de CAVA jugó un pésimo partido, que perdió casi todos los duelos, y que dejó muchísimos espacios que ocuparon los locales de buena forma, también hay mérito por parte de los de Claudio Vidal.
Y es que Sportivo supo aprovechar los momentos del partido -acaparó los focos en el primer tiempo- porque cada llegada al área rival la convirtió en un gol. Un gran manejo de la pelota parada lo llevó a abrir la ventaja: un tiro libre que se ejecutó sin tanta fuerza al segundo palo, para que allí la bajara Sequeira –que le ganó a su marca- y la metiera al punto penal. Como un toro –y sin su marca- entró Romay para darle fuerte arriba.
Gran trabajo del cuerpo técnico, porque existió otra jugada similar que no terminó en gol pero también complicó al arquero visitante. En el agregado de la primera mitad, cuando todo CAVA esperaba el sonido de la campana que cerrara la pésima primera fase, cayó la segunda trompada. Y fue definitoria. Ganó en los aires Veliz, le cayó a Almirón. Gambeta mediante se quitó la marca de Mamberti y envió el centro. El primer remate fue contenido por Ábalos, pero el rebote le regaló la conversión a Figueroa, que llegó desde la misma zona en la cual había sufrido el primer tanto. Dos toques en el área, los dos de jugadores del local.
Sin mayor vuelo futbolístico, el partido transcurrió y pareció terminarse en ese preciso momento. Victoriano Arenas fue un espectador más, y terminó cayendo en la bronca que lo haría condenarse a sí mismo a la derrota. Un manotazo sin pelota de Salmatón en el área le valió la segunda amarilla, posterior expulsión, y la pena máxima a favor de Sportivo Barracas.
Ábalos enmendó el error de su primer central, pero tres minutos después sufriría otro golpazo: Monzón Dylan fue innecesariamente de atrás, casi sin chances de jugar el balón, y en el área contraria. Perdió la cabeza el 5 que automáticamente entendió su error, pidió disculpas al instante, pero no le valieron para que el árbitro Gabriel Flores le perdonara la salida temprana a las duchas.
Con esta victoria clave, Sportivo Barracas retoma el camino de la victoria y se prende en la lucha por terminar entre los primeros siete.
La próxima fecha le espera Central Ballester en José León Suárez para confirmar su candidatura al reducido.
Por el otro lado, Victoriano Arenas tendrá cita con Estrella del Sur en el Saturnino Moure, con el objetivo de aprovechar la localía y seguir sumando en el campeonato de Primera C.