El Tano fue ampliamente superior, dominó en todas las fases, mereció ganar, pero cometió un solo error que facturó Melillo.
Ganó él que hizo el gol. Una frase tonta para algunos, pero que resume a la perfección lo que ocurrió en El República de Italia. A veces, dominados por ver un juego bonito, una sucesión de pases que aportan un placer visual indescriptible o alguna jugada mágica sacada del bolsillo, el público neutral se ve poseído por algo que lo conduce a pretender que gane el que acumule merecimientos. Hoy, contrario a toda esa lógica, Dock Sud se llevó tres puntazos a pesar de haber sido superado, dominado y hasta asediado en gran parte del partido.
Ciertamente no hay nada más subjetivo que hablar de merecimientos. Para algunos, será mostrar un juego vistoso, aportar una pizca de emoción al espectáculo –porque al fin y al cabo un partido es eso-. Sin embargo, para otros acumular "puntos" para llevarse el encuentro podría ser mostrar una solidez defensiva, saber observar un equipo ordenado en el fondo, y tal vez apreciar la habilidad del arquero. El merecer está en todos lados, pero si usted es del primer tipo, le aseguro no podrá creer que El Docke haya sido el victorioso hoy.
Un solo error que le costó demasiado caro al equipo de Matías Giménez. El pase atrás de Emanuel Díaz para su golero Federico Díaz fue inoportuno, malo, y se quedó corto. No perdonó Melillo, que fue una molestia constante, y un tanque de oxígeno para su equipo cuando este sufría el asedio del Tano.
Sportivo Italiano desplegó una gran baraja de cartas en ataque: Dávila puso el cuerpo para bajar todas las pelotas y construir el ataque en base a su aguante; De Cuadro emergió como un puntero laser por derecha -hábil, inteligente, disruptivo-; y la asociación del mediocampo se notó muy aceitada, con grandes conexiones Laborda-Rivero-Rojas. Generaron demasiadas chances de gol, hasta un tiro al travesaño del centrodelantero, cómo para finalizar con el marcador en cero.
Merecimiento o no, El Docke construyó una muralla frente al área de Bustillos, y aplicó todas las técnicas conocidas y repetidas para mantener el resultado a su favor. Oficio, trabajo colectivo de la zaga Orellana-Nebot, oportunismo para el gol, y una pizca de suerte.
Tres puntazos embolsó el equipo de Matías Córdoba y escala al quinto puesto del torneo apertura, aunque corre riesgo ya que está a tiro de rivales con un partido menos –Brown de Adrogué y San Martin de Burzaco-. Por otro lado, Sportivo Italiano continua con su racha negativa que lo mantiene en el fondo de la tabla con 7 puntos, junto a Fenix, y visitará a Merlo por la fecha 14 de la Primera B Metropolitana con el objetivo de cosechar su primera victoria del torneo.
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