Primera Nacional - ALL BOYS 1 - ALMAGRO 0

All Boys lo durmió a Almagro

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Con el tempranero de Passaglia, El Albo supo aguantar el resultado y embolsarse tres puntos claves de cara al descenso.

All Boys lo ganó, literalmente, de punta a punta. Con la tarde y su ambiente que se prestaba para dormir la siesta, Passaglia aprovechó ese primer minuto de somnolencia tricolor para sellar la victoria de su equipo y caldear parcialmente a un frío y vacío Estadio Islas Malvinas. Esto porque aún rige la sanción aplicada por la Asociación del Fútbol Argentino, en reprimenda a las banderas y pancartas antisemitas que se colgaron en el encuentro contra Atlanta.

La imperiosa necesidad de sumar puntos como sea, le inyectó la suficiente sangre en el ojo al equipo de Aníbal Biggeri —quien parece pintar con otros colores al deslucido Allá Boys de este campeonato— como para sostener un resultado tan frágil en un momento tan adverso. Porque, como respuesta al gol, Almagro inició un asedio atroz que, si bien no fue de la mejor manera, mantuvo en vilo a los hinchas blanquinegros.

Lo que El Albo no pudo hacer en un mes —no convertía desde el 29 de junio—, Passaglia lo hizo en un minuto. Y con la novedad en la delantera local porque, debido a la lesión de Campostrini por la que fue operado, la referencia de ataque fue nada más y nada menos que...¡Un chico de 20 años!

Agustín Fernández nació en el año 2005, llegó desde las inferiores de Argentinos Juniors, y convirtió un gol en 11 partidos diputados en la reserva. Hoy tuvo su debut absoluto, en Primera y como titular, debido a la falta de centrodelanteros en el plantel de Biggeri. De buen partido, no tuvo situaciones claras de gol, y se notó su compromiso con la marca y la presión de la salida del rival. Sin dudas, se puso la "9".

Con esta victoria, All Boys se coloca 14° en la Zona, mientras que Almagro se mantiene un puesto por encima con 27 puntos. Por la próxima fecha, El Albo tiene cita en Caballito para visitar a Ferro, mientras que, por el lado del Tricolor, el compromiso será frente a Arsenal en José Ingenieros por la fecha 25 de La Primera Nacional.

La parte final del encuentro fue una novela de drama con todas las letras.

Los últimos minutos definitivamente no se juega. Se pelea, se choca, se pelotea. Pero no se juega. El Tricolor termina con grandes merecimientos, mínimamente como para llevarse un empate, y hasta un poco más. All Boys tiene su premio, entró enfocado al partido, y así se mantuvo por lo menos en términos defensivos. Porque la estocada que le falta dar a Almagro para gritar el gol, la evita la firmeza defensiva, el compromiso y la entrega de todo el equipo. Genera poco, pero encuentra en Tomás Asesinato un pase claro y un tanque de oxígeno, en momentos en el que se asfixia contra su arco.
Y, para completar un equipo que aportó para mantener el resultado, apareció en tiempo de descuento el arquero. Una volada para descolgar, a media altura, el remate solitario de Tiziano Dornell, que apareció en el área chica como si fuera su propia área, todos lo perdieron del radar, y las miradas desconcertadas de los defensores se hicieron notorias en menos de un segundo.

Los escalofríos no son por la helada tarde de Floresta, son porque en el Islas Malvinas algo se rompió. Para bien. Los pocos familiares que gritan desesperados a sus jugadores dentro del césped, los relatores partidarios que se desesperan, casi al borde de la afonía, pidiendo que el partido termine. Los escalofríos no son por el frío, son por los sentimientos que se arremolinaron en el Islas Malvinas, por la mufa que parece irse, y sí, un poco, también por el frío.