En un partido donde no pasó nada, Liniers igualó sin goles con el Deportivo Armenio y lleva siete sin ganar en condición de local.
Estamos de acuerdo que sumar es mejor que perder, y Liniers cortó una racha de seis derrotas seguidas en condición de local, pero empató sin tantos con el Deportivo Armenio y no tuvo ni una situación clara como para poder sumar de a tres frente al conjunto de Ingeniero Maschwitz.
El partido fue muy chato, el frío de afuera se transmitió adentro, y apenas una aparición por izquierda de Lautaro Montani que controló Rodrigo Fumo, fue lo único que dejó la primera mitad.
La segunda no varió demasiado en la tónica, y un centro desde la derecha a la cabeza de Gonzalo Figueroa, terminó con un frentazo que se iría pegadito al palo izquierdo del portero de La Topadora.
Imagen opaca para un Celeste que debe cambiar su cara de local, y para el Tricolor que se alejan de las chances del Reducido.