Por la fecha 6 de la Fase Reválida del Federal A, el Albiverde venció por 2 a 1 al elenco mendocino y volvió a triunfar después de 7 fechas. Encontró la motivación para encarar las tres finales que le quedan en la lucha por la permanencia.
Era el partido que debía ganar Estudiantes. El rival descendió la fecha anterior y llegaba a El Coliseo con 8 derrotas seguidas.
El local salió con enjundia desde el inicio, presionó alto y llegó con claridad ante un equipo fragil. Ezequiel Sosa tuvo la primera y luego Matías Ruiz Sosa volvió a avisar. En solo 4 minutos, los dirigidos por Darío "El Indio" Ortíz ya eran superiores.
El Celeste mendocino se acomodó y a los 20 minutos Nabil Pérez generó una situación concreta tras un tiro libre que el arquero Marcos Abrahin sacó al córner.
De repente, el local cayó en la desesperación, no generaba sociedades y el apuro permitió que Gutiérrez de contragolpe se encuentre con las deficiencias del Albiverde que se desacomodó, desorganizó y únicamente llegó con largos pelotazos.
Franco Cabrera tuvo la apertura del marcador. Estudiantes con más esfuerzo y ganas que fútbol, iba en búsqueda del tan ansiado gol.
A los 39 minutos llegó el desahogo y festejo necesario para la motivación de cara al complemento.
Un centro preciso de Ruiz Sosa encontró en el área a Joaquín Bustamante que anticipó al arquero Tomás Clavijo y puso el 1 a 0.
En el complemento, y ya con más tranquilidad, Estudiantes encontró a los 3 minutos el segundo. Alex González cedió en campo rival para Ezequiel Sosa que con un remate potente abajo del parante izquierdo de Clavijo puso el 2 a 0.
Si bien lo ganaba merecidamente y con comodidad, el local siguió en ataque buscando completar la faena.
El partido entró en una meseta, se llenó de imprecisiones en un campo de juego en un muy mal estado. A los 28 minutos Ignacio Salinas disparó cruzado y por el segundo palo corrigió la dirección Joaquín Gutierre que descontó para los mendocinos.
El Albiverde sufrió. No por el juego del rival ni aproximaciones al arco de Abrahin, sino porque el resultado no estaba cerrado y los puntos eran necesarios y vitales en la lucha por la permanencia.
Terminó con un ajustado 2 a 1 que es a esta altura del certamen como agua en el desierto. No importaban las formas, había que sumar de a tres. Ganó después de 7 partidos, el último había sido también ante Gutiérrez, pero en Mendoza el 26 de junio.
El triunfo le permite a Estudiantes salir de la zona del descenso, por lo menos hasta que este domingo jueguen Germinal de Rawson y Sol de Mayo de Viedma, el próximo rival de los puntanos. En Río Negro será una final, y con alivio Ortíz trabajará para seguir por la buena senda.
El Celeste mendocino sumó su novena derrota consecutiva y los nervios le jugaron una mala pasada. Ya terminado el encuentro, sus jugadores armaron un tumulto y con golpes de puños quisieron encontrar la reacción de los locales. No pasó a mayores.
El Albiverde festejó, le recortó puntos a Santamarina que cayó ante Guillermo Brown de Puerto Madryn (ese resultado selló la permanencia de Juventud) y con una importante inyección anímica y confianza encarará las tres fechas finales tras superar una prueba de fuego.