Gimnasia jugó, dominó, amedrentó pero no pudo lastimar a un rival poco lúcido y sin ideas.
Si bien el resultado es injusto, cabe destacar que al Lobo no le salió una. A escasos minutos de comenzado el choque Gimnasia fue favorecido con un penal que le fue atajado a Pereyra por la figura del partido, Chiarini. Hasta ahí, teniendo en cuenta la prematuridad del encuentro, no parecia tan grave, hasta que empezaron a suscitarse una serie de desaciertos que justifican el resultado. Gimnasia no paraba de atacar y la mayoría de las incidencias fueron cometidas en el campo rival, mientras que Instituto llegó pocas veces, pero quizá con más contundencia. Los de La Plata se mostraron incisivos, asociados, bien parados y comprometidos pero con muchísimas falencias a la hora de definir.
Luego, en medio de un desfile de tarjetas amarillas, el partido fue una "remake" del primer tiempo, con algunos destellos poco trascendentes de La Gloria y más mala suerte para el Lobo, ya que el árbitro sancionó el segundo penal del partido, al comienzo del segundo tiempo, y Monetti remató afuera.
Ya promediando el segundo tiempo el juego de ambos equipos se desdibujó y dejó cómo protagonista al árbitro Giannini y sus polémicas tarjetas.
Gimnasia: Monetti; Oreja, Barsottini, Blengio y Benavidez; Mussis, Basualdo, Fernández y Cháves; Pereyra y Peralta.
Instituto: Chiarini; Damiani, Sánchez, Báez y Floris; Piermarteri, Vismara, Bellone y Bazán; Burzio y Velázquez.
Amonestados:
Gimnasia: Belngio-I. Fernández-Basualdo-Pereyra-Quiroga-Barsottini.
Instituto: Vismara-Báez-Floris-Bazán-Velázquez-Sánchez.
Expulsados: I. Fernández (GELP)-Basualdo (GELP)-Velázquez (I).
