Sin los flashes de la Primera División, sin ser invitado a un sinfín de programas de televisión tras
Elarquero de Liniers provocó el empate 1 a 1 de Liniers frente a Dock Sud en tiempo adicionado, se convirtió en uno de los momentos más gratificantes de la carrera futbolística del joven arquero del Celeste.
“Se estaba terminando el partido y fue lindo haber podido colaborar con el equipo de esa manera, para que no nos vayamos con las manos vacías” cuenta, con humildad, el guardavallas goleador, en diálogo con El1.
El árbitro Sebastián Bresba había adicionado siete minutos. La Topadora tenía un tiro libre a favor, a unos 25 metros del arco, y el Chino Monllor era el indicado para hacerse cargo.
“Desde que agarré la pelota, mi intención fue pegarle al arco, miré dónde estaba ubicado el arquero del Docke (Pablo Lorenzo) y, como colocó una barrera muy alta, decidí rematar al palo de él, y por suerte se metió abajo”, relata, el Chino, su conquista.
Monllor suele quedarse después de los entrenamientos a practicar tiros con pelota parada. Esa particularidad la aprendió en su época de Inferiores en Vélez Sarsfield, que coincidió con el furor de José Luis Chilavert en el Fortín.
“Chila era único pegándole a la pelota. Por suerte, lo pude ver mucho tiempo y traté de aprender y sacarle jugo”, resalta. Fue su primer gol en Primera, más allá de que había convertido varios en las inferiores velezanas. “Ojalá, haya sido el primero de muchos más”, ansía el Chilavert de Villegas.