Primera Nacional - PATRONATO (P.)

La consolidación que nunca llega

Como sucediera en campañas anteriores, Patronato volvió a fallar en el momento justo. Es que no fue la primera vez que el elenco paranaense tuvo la chance de ponerse a tiro del lote de punteros, tras una remontada. En la temporada 2012/2013, el por entonces conjunto dirigido por la dupla Medero-Marini llegó al cotejo con Crucero del Norte cerca de los animadores. Fue ese encuentro en Garupá donde el Rojinegro consolidó su andar, logrando una gran victoria en calidad de visitante, por 1 a 0 (gol de Patricio Pérez), en una noche de domingo con todos los condimentos (minutos antes del inicio se desató una gran tormenta).

Esa victoria le permitió al Santo ponerse a solo tres unidades de la zona de ascenso, con muchas chances de encaramarse como animador. Claro que cuando tuvo que ponerse el saco de candidato, siempre le quedó grande. ¿Por qué? Vaya uno a saber. Solo los futbolistas tendrán ese tipo de respuestas en su interior. Porque experiencia no le faltó a ese plantel, renombres tampoco, aunque sí decisión, o en el mejor de los casos, actitud dentro de un reducto para demostrarse a ellos mismos que realmente podían animar un certamen.

Tras ese triunfo, devino una sequía de ocho encuentros sin conocer la victoria, comenzando con Ferro y culminando en Junín ante Sarmiento, en el encuentro que a la postre tendría el inicio de la era Diego Osella. Fueron cuatro juegos sin marcar, aunque lo positivo fue la consolidación de su defensa que no recibió reveses.

UNA HISTORIA CONOCIDA. A poco más de un año, la película vuelve a vivirse en una situación similar, ya que tras el gran envión que significaron las victorias nada más y nada menos que ante Atlético Tucumán, de visitante, e Independiente Rivadavia, en el Grella, en tan solo cinco días, el equipo que comanda Sergio Lippi volvió a fallar. Era la chance inmejorable para ponerse a cuatro puntos del último escalón de ascenso, y demostrar a todos que el equipo realmente se consolidó, en un presente de la categoría donde nadie logra hacer pie y son más las dudas que las certezas. Aunque claro, lo único cierto y concreto fue la pálida imagen que dejó en Parque Patricios este equipo sin identidad, sin ideas y, sobre todo, falto de actitud. Porque una mala tarde la puede tener cualquier futbolista, pero las ganas no se negocian con nada.

De esta manera y con este panorama, el plantel mismo cerró las puertas a una remota posibilidad de prenderse en la animación. Así, deberá ver como invitado la definición de los ascensos, limitándose a conseguir al menos quince puntos (de 36 en juego) para redondear una decorosa campaña de un equipo que logra consolidar al menos su estabilidad en la divisional, lo cual no es poco, aunque sí escaso por el presupuesto que se maneja y los nombres que integran esta plantilla paranaense. LO QUE VIENE. El compromiso de este grupo para el futuro inmediato trae un trabajo para todas las partes. Es que los futbolistas, dentro de la cancha, deberán redondear una aceptable campaña, donde necesitan para ello sacar el 45 por ciento de los puntos en juego, tarea poco sencilla para un equipo con altibajos de toda índole.

Por su parte, el cuerpo técnico deberá comenzar a introducir variantes no solo de nombres, sino también en cuanto a cuestiones tácticas para encontrar la mejor versión de este Patronato.

En tanto que desde la dirigencia, se deberá evaluar con una lupa, y detalladamente, los casos particulares de futbolistas que mucho prometieron y poco dejaron. Será momento de ver puertas adentro que hay para lo que viene, el material con el que se cuenta, para ver qué se deberá traer, pensando ya en la quinta temporada de la institución en la divisional.

Y no son pocas las promesas que supieron estar a la altura. Porque en un momento complicado, Lautaro Comas se calzó la camiseta titular para adueñarse del puesto. Porque cuando Andrade no estuvo, Marcos Minetti dijo presente, cumpliendo con creces y hasta dejando mejores imágenes que un nombre de peso en el grupo. Situaciones similares a las que vive Geminiani, un futbolista que, si bien no mostró mucho más que Graciani en el puesto, es un elemento que con rodaje y tiempo puede dejar buenos dividendos a la entidad, y hasta apostar a un nombre como el de Alexander Hollmann, un pibe que viene pisando fuerte y pidiendo pista en la defensa.

Será también momento de permitirle a Lucas Márquez volar, y remontar las esperanzas de probar suerte en otra institución, otra categoría u otro fútbol. Un jugador que si se lo sigue reteniendo quedará como aquello que fue: una simple promesa.

Claro que también están aquellos casos que llegaron para tener rodaje, deambularon, se asentaron en algunos casos y otros no. Guillermo Ferracuti y Germán Rodríguez son quizás los nombres más emblemáticos en este sentido. El defensor rosarino arribó para tener continuidad y hasta madurar futbolísticamente. El tiempo le dio su posibilidad y, aunque el pasado domingo no cumplió, demuestra con el correr de las fechas ser una pieza importante. Claro que al no ser un elemento del club, su continuidad quedará supeditada a la entidad dueña de su pase y hasta las propias ganas de Ferra de seguir, al igual que Yimi, alguien a quien le costó pero que terminó demostrando tener recursos. Asimismo, serán materia de evaluación los casos en particular de Gastón Machín, Roberto Brum e Ignacio Bogino, quizás estos dos últimos, los nombres más regulares en esta irregular campaña. Por el lado de Machín, su sostén en cancha se da quizás por la poca competencia que tiene en su puesto. Un jugador que optó cuándo jugar y cuándo no, o al menos las imágenes mostradas eso denotan. El volante uruguayo llegó, se afianzó y mostró su calidad y ganas de dejar grabado su nombre en la entidad, ganas que nunca demostró Ricardo Gómez, quien utilizó esta temporada tan solo para mantenerse activo y con trabajo, sin intenciones de ser reconocido y recordado en los pasillos del Grella (su expulsión ante Huracán es un fiel reflejo). El caso de Bogino es, sin dudas, el de un verdadero profesional, ligado al fútbol y comprometido con la causa. Un jugador que siempre sumó, siendo de lo más positivo en un grupo complicado. Diferentes son los casos de Gastón Rossi, Damián Toledo, Ricardo Gómez, Santiago Fosgt, Jonathan López, quienes quizás tienen el tiempo contado en el club, y su estadía se acorta lentamente.

Para qué esperar el fin del proceso, si se pueden realizar evaluaciones con la marcha. Un andar que transitará en estas últimas doce fechas con objetivos claros y concretos. Aunque lo más claro es que a este equipo, cuando se le presentó la chance de ponerse el traje de actor principal, lo único que le calzó acorde fue el de actor de reparto.



Borrón y cuenta nueva
Luego del día de descanso y de los análisis realizados puertas hacia adentro, el plantel de Patronato dejará atrás la pálida imagen que tuvo ante Huracán y comenzará a trabajar esta tarde con la mente puesta en Banfield. Para ello, el equipo de Sergio Lippi se encontrará desde las 16.30, con las bajas confirmadas de Ricardo Gómez por expulsión y Gastón Machín por acumulación de amarillas.