Primera Nacional - ATLETICO TUCUMAN

Revolución Rivoira

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Apenas dos días bastaron en la estadía de Héctor Rivoira en Tucumán para saber que las cosas cambiarían en Atlético. No se trata de demostrar que los anteriores entrenadores lo estaban haciendo mal, sino simplemente de reinsertar el virus del “Chulo”, ese con el que el equipo alcanzó su pico máximo en la temporada 2008/09, y empezar a contagiarlo a cuanto organismo forme parte en el club.




“Este fue el segundo entrenamiento. Uno va tirando conceptos pero van a tardar un poco en captarse”, explicó el flamante DT. Es decir, el virus de la “Revolución Rivoira” se tomará su tiempo para esparcirse pero a fin de cuentas lo hará. Usted, hincha, deberá esperar hasta el sábado a las 17 para ponerse en contacto con la bacteria, pero jugadores, empleados y dirigentes, ya empezaron a sentir los primeros síntomas de cambio. ¿Cuáles son?




La duración de la práctica. Tres horas exactas duró el ensayo de ayer. En total, fue desde las 10 hasta las 13 e incluyó trotes, trabajos físicos, de velocidad, tácticos, futbolísticos y algo de sudor en el gimnasio. Bien completo.




Los cambios en el equipo titular. Si bien todavía faltan tres días para el partido ante Douglas Haig, el “Chulo” dispuso un partido entre titulares y suplentes de 40 minutos de duración. No sólo hubo cambios de nombre, sino también de sistema. Del 4-3-3 que solía usar Diego Erroz (fue a saludar a Rivoira con sus colaboradores), al 3-4-1-2. “Vamos a asumir riesgos, creo que es hora de hacerlo para empezar a descontarles a los de arriba. Quiero que el equipo produzca y genere situaciones”, advirtió el entrenador.




“A mí no me cambia mucho pero si él considera que lo mejor es jugar así, bienvenido sea”, dijo Cristian Lucchetti, una de las piezas que no tocó el entrenador.




Los nombres propios. Los ingresos de Emiliano Cuevas y Franco Sbuttoni fueron de lo más significativo en el equipo que igualó 0 a 0 con los relevos en la cancha principal del complejo Ojo de Agua. “De Cuevas tenía varios informes positivos. Pedí datos de su actuación en la Cuarta y estuvo bien”, explicó.




El de Las Termas de Río Hondo viene rompiéndola en el torneo de inferiores de AFA (dos goles en dos partidos) y podría tener un lugar como enganche, algo que desde la salida del equipo de Martín Morel del equipo, Atlético no tiene.




Lo del defensor sorprende más por la salida de Javier Malagueño, que se perdió sólo una de las 31 fechas que se llevan jugadas pero que esta vez formó parte de la defensa de los sustitutos.




En resumen, son cinco los cambios que empleó en este entrenamiento Rivoira respecto del equipo que empató 1 a 1 contra Aldosivi aunque no haya confirmación. “Es la primera sesión de fútbol, al equipo lo definiré jueves o viernes”, aclaró.




Nuevos instrumentos para entrenar. Ni bien llegó ayer, Rivoira le entregó a Hugo Brito, el herrero del club, una lista con pedidos para ensayar en el complejo. El técnico solicitó, entre otras cosas, un arco movible más (ya hay dos estáticos y otro que se desplaza), ocho arcos pequeños (90 centímetros de alto) para fútbol reducido y dos abrazaderas para poner contra los árboles y la pared para los ejercicios de los elásticos en el cuerpo.




Pintado celeste y blanco, como mi corazón. “Chulo” se mimetiza con la popular canción y entre la lista de pedidos, se encuentra pintar los arcos que ya están, los nuevos, las redes y los parapelotas de celeste y blanco.




Hoy, el entrenamiento será en el estadio a las 10 y el virus promete ir reproduciéndose en todos los “decanos” a los que se acerque el “Chulo”. La Revolución Rivoira ha comenzado.

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