Una buena dosis de confianza consiguió Gimnasia y Tiro con los merecidos tres puntos que logró ayer en el clásico ante Juventud Antoniana.
El equipo de Salvador Ragusa se quedó con su primera porción de felicidad, que le permite fortalecer las esperanzas de luchar por el ascenso a la B Nacional.
El técnico albo, mesurado, pero complacido por el buen debut, en diálogo con El Tribuno analizó: "Jugamos frente a un gran rival, estoy seguro de que Juventud estará peleando arriba con nosotros, que venimos sufriendo un montón de lesiones. Dentro de esas posibilidades que tenía se lesionaron un montón de jugadores, pero cuando uno apuesta a los juveniles, a veces ellos te salvan, como es el caso de Aguirre, Castro, Cardozo y Basualdo, que no está jugando en su lugar", dijo Ragusa, destacando el buen desempeño de las jóvenes promesas.
Ganar el clásico multiplicó y desnudó el gran deseo del Profe Ragusa. "Les agradezco a los dirigentes e hinchas que confían, pero también me sacan la presión y me dicen que no se vuelven locos por el ascenso y que trabaje tranquilo. Pero yo estoy obsesionado por ascender y tarde o temprano este club lo va a lograr, porque es un grande y merece estar en otra categoría, al igual que los otros equipos de Salta", aseguró el DT albo.
Luego, el Profe sacó el pie del acelerador. "Tenemos que seguir con humildad, muy concentrados, para no tener ni el mínimo error. Empezamos bien, eso aumenta nuestro autoestima, pero van a ser durísimos todos los partidos. Ahora se viene Mitre, un equipo que se armó para ascender con un presupuesto grandísimo".
La aceptable labor que mostró la última línea millonaria, dejando de lado algunas desatenciones que le podrían haber costado caro, dejó conforme al DT rosarino, ya que "le cerramos bien los caminos a Juventud, con una defensa segura. Empezamos los amistosos con cinco goles adentro contra Gimnasia de Jujuy. Fuimos de menor a mayor y eso es muy bueno", recordó Ragusa.
Es un hecho que la mejor cara de Gimnasia es la que mostró en el primer tiempo. "Ojalá podamos mantener esos primeros 30 minutos, haciendo un pressing. La pelota era nuestra, tuvimos a Juventud en un arco, no nos llegaban, salvo una desatención", sostuvo Ragusa.
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