Primera Nacional - ATLÉTICO PARANA

De un año a otro, un cambio soñado

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Milton Schonfeld, que veía muy lejana la posibilidad de ser profesional antes de llegar a Atlético Paraná, se ilusiona con lo que se avecina para el Decano. Había dejado el fútbol en un segundo plano, pero la oportunidad se le presentó y espera no desaprovecharla.

De un año a otro, la vida de un ser humano puede dar un vuelco inesperado. Muchas veces favorable, otras no. Pero lo cierto es que esto puede suceder y sobre todo si de fútbol se habla.

Este deporte te puede llevar a alcanzar la gloria de un minuto a otro. O tal vez darte un golpe que ni la cuenta de 10 te alcance para recuperarte y termine siendo un nocaut determinante.

Así es la apuesta en este simple deporte. Esperas con mucha ansiedad, te preparas, pero la suerte es esquiva y ese anhelo de ser profesional se esfuma, se apaga. Y cuando los caminos se encarrilaban para otro destino, la puerta suena. Llega la oportunidad y si la dejas pasar, seguramente no volverá a sonar.
Milton Schonfeld cuando sintió el ruido del golpeteo, lo acompañó. Supo que era su oportunidad y hoy, ya profesional del fútbol argentino, espera poder hacer una gran carrera. Algo que anheló cuando estuvo en Defensa y Justicia, donde hizo inferiores y quedó libre.

Luego de jugar el Torneo Argentino B con Viale FBC, la dirigencia de Atlético Paraná lo llamó para formar parte del plantel que se encontraba en la misma categoría. Si bien Schonfeld había apostado a otra vida no tan ligada al fútbol, se la volvió a jugar, como cuando era adolescente.

Hoy, casi un año después de aquella decisión, disfruta de haber cumplido con su meta: ser profesional.

"No lo puedo creer. Hace un tiempo estaba jugando porque amo el deporte y hoy integrar un plantel que ascendió al Torneo Federal A es algo que no se puede explicar con palabras", había dicho un emocionado Schonfeld, luego de la agónica serie de penales ante Unión Villa Krause (San Juan) que decretó el ascenso del Gato al Torneo Federal A.

Luego, una serie de problemas burocráticos lo dejó sin jugar en la tercera categoría del país, pero hoy el presente es alentador y por eso está "ilusionado con este nuevo torneo".

-¿Cómo vivís este momento?
-Con una alegría enorme, era una oportunidad que venía esperando. Cuando pasaba el tiempo lo dejaba de pensar, pero la ilusión siempre estuvo, aunque cada vez se hacía más difícil. Me tocó venir para un Torneo Argentino B y en muy poco tiempo integro un plantel de una B Nacional. La verdad es que estoy muy feliz, mi familia lo tomó de la misma manera que yo, con una alegría enorme. Pero sé que no tengo que quedarme con eso, así que estamos haciendo una pretemporada muy dura, ilusionado con lo que va a ser este torneo.

-¿Lo esperabas?
-Uno siempre tiene la ilusión de estar en un plantel profesional. Pero a medida que pasaba el tiempo, el fútbol se iba dejando de lado, y encontrarse en tan poco tiempo en una B Nacional es algo muy lindo. En otra época lo esperaba, pero con el tiempo que estaba transcurriendo lo había dejado de lado, así que estoy muy contento.

-A pesar de que decís que lo habías dejado un poco de lado, la llama seguía viva…
-El fútbol es un deporte que me gusta mucho, lo hago desde muy chico. La ilusión siempre estuvo y por algo yo seguí por este camino. Obviamente que cuando pasa el tiempo uno va tomando otras responsabilidades, había empezado a trabajar y al fútbol lo hacía como algo secundario. Gracias a Dios salió esta oportunidad, por lo que estoy muy agradecido a los dirigentes y cuerpo técnico de Atlético Paraná que me brindaron esta posibilidad.

-¿Qué hacías cuando llegó el llamado de un club con otra proyección?
-Trabajaba en una empresa metalúrgica, lo hacía de mañana, a la noche entrenaba y jugaba los fines de semana (para Viale FBC). La verdad que era bastante duro, arrancaba a las seis de la mañana y salía a las tres de la tarde y por la noche iba a entrenar. Era bastante sacrificado, pero el fútbol me gusta, siempre me gustó y más que nada lo seguí por eso.

-¿Es linda la vida en el profesionalismo?
-Sí, es una vida… Todos piensan que es fácil, pero no es así. Estas dos semanas fueron durísimas, estamos entrenando mucho; venimos muy temprano al club y nos vamos muy tarde. Por ahí el que lo ve de afuera dice ‘que suerte el que juega al fútbol’. Sí, es hermoso y vivir de esto es lo más lindo que hay; pero tiene su parte muy sacrificada.

-¿Costó la adaptación cuando llegaste?
-Cuando llegué al Torneo Argentino B había una diferencia muy grande con los chicos, ellos venían con ritmo y yo no tenía esa base. En el Torneo Federal A había arrancado muy bien, pero por una cuestión de papeles me tocó quedar afuera. Ahora tengo la posibilidad de demostrar en la segunda categoría del fútbol argentino y por eso estoy con muchas ganas.

-Muchas veces se dice que no tener una base en inferiores a la hora de llegar al profesionalismo se siente, pero vos la tuviste y eso es muy importante.
-Sí, todos los dicen. Yo estuve cinco años entrenando en Buenos Aires para Defensa y Justicia, a otro nivel, duro y profesional. Yo creo que eso ayudó para que hoy no tenga ningún tipo de lesión, para que los trabajos, más allá de que hace un tiempo que los hice, los tenga incorporado.

-¿Qué torneo te esperás?
-Un torneo duro. Por ahí no han quedado equipos de los "grandes". Pero es una oportunidad linda para mostrarnos, crecer y agarrar experiencia.