Primera Nacional - PATRONATO

Suma sin jugar como quiere

Iván Delfino no debe estar contento con el presente deportivo de su equipo. A pesar de estar puntero, son dos partidos consecutivos con rendimientos que alertan. El DT tendrá una semana larga para recuperar en lo físico y poder trabajar en lo que el equipo no está rindiendo.

El sabor amargo del empate del fin de semana en Mar de Plata debe haber quedado durante muchas horas en el paladar de los jugadores de Patronato. Faltaban apenas cuatro minutos para el final del partido, cuando Emiliano Carrasco envió la pelota al fondo de la red y le privó al Negro de volver a sumar de a tres. El empate del futbolista de Unión de Mar del Plata, dolió.

El conjunto de Iván Delfino no había realizado una buena tarea durante todo el partido, pero el juego parecía estar controlado y los tres puntos en el bolsillo. Por eso la bronca y la desazón en el final.

El correr de las horas, y utilizando la autocrítica para analizar los 90, habrán servido para que la igualdad duela menos. El Santo jugó uno de sus peores partidos en el torneo y el empate fue un premio más que un castigo. El Negro, sin jugar bien, volvió a sumar y sigue mirando a todos desde lo más alto de las posiciones. Si a esta producción del Rojinegro se le suma lo realizado frente a Sportivo Belgrano de San Francisco, que tampoco le gustó al DT, habrá que encender una luz de alarma, para que no aparezcan inconvenientes de cara al futuro y que el Negro pueda mantenerse siempre arriba.

CON TIEMPO
Es favorable para los de barrio Villa Sarmiento que haya diez días entre el último juego y el que se avecina. Así el cuerpo técnico podrá recuperar a los futbolistas que venían con molestias y con cansancio, por el trajín de tantos partidos seguidos y los viajes que van dejando secuelas.

Además, Delfino tendrá tiempo para plantearles muchas cosas a sus jugadores, intentando recuperar el potencial ofensivo y la tenencia de la pelota, para no terminar sufriendo los partidos. En el José María Minella, Patronato jugó muy retrasado. Matías Quiroga y Diego Jara estuvieron muy alejados entre sí y, a su vez, de sus compañeros durante gran parte del cotejo. El equipo se hacía largo y no se podía controlar la tenencia del balón. El Celeste presionaba alto y evadir esa presión falló en gran parte del juego. La cancha no ayudaba, pero otra vez el Negro no pudo cumplir con lo que trabajó en la semana.

EN CARPETA
Los entrenadores de los equipos rivales ya tienen estudiado por demás a Patrón. Todos quieren ganarle al puntero y trabajan duro cada partido, proponiendo juegos interesantes y además muy físicos. El conjunto de calle Grella debe seguir mostrando signos de su madurez, la que lo lleva a ser un equipo versátil, con muchas características que lo llevan a ser el actual líder de la divisional.

De local debe seguir apostando a la paciencia, esa que lo ayuda a no desesperarse y poder encontrarle la vuelta a todos los cotejos. Pero fuera de Paraná deberá comenzar a ser más audaz. Tal vez siempre encuentra espacios como para abrir los partidos, pero falta presencia como para poder definirlos y eso luego trae problemas.

Defender tan atrás en el último compromiso no es algo que se haya elegido. El partido se presentó así y no se pudo evitar. Trabajar para que esto no ocurra y tener un poco más de velocidad en los metros finales, puede servir para que las cosas sean más simples cuando se juega fuera del Grella. El equipo está encaminado y debe seguir luchando por el sueño que tiene toda su gente.

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