Lo expresó el delantero de Central Córdoba, Marco Prieto, palpitando el choque ante Unión.
Pasaron seis fechas para que Central Córdoba vuelva a marcar un gol. Y ese tiempo de abstinencia coincidió con la ausencia de su goleador, Marco Prieto, quien había marcado el último tanto antes de la sequía, ante Independiente Rivadavia, y de lesionarse. "Estoy contento porque el lunes me mandé a hacer un estudio y la herida está cerrada y ahora estoy buscando el ritmo y nivel para ponerme a la par de mis compañeros. Gracias a Dios la pierna está respondiendo muy bien y vamos a hacer todo lo posible para llegar", dijo en alusión del partido de este domingo, ante Unión de Mar del Plata.
El paraguayo sufrió mucho estando afuera: "No sabes la amargura, igual que mis compañeros que entran y a veces no sale el resultado, creo que estando afuera los nervios son más y lógico que el trago amargo por no poder jugar estos seis partidos es grande. No me gustaba nada, ni algún chiste me caía bien. Pero hoy estando a la par de mis compañeros me siento muy bien, me hace poner más contento y creo que eso psicológicamente te ayuda".
Prieto no cree que la falta de gol estuvo ligada a su ausencia, por más que muchos se lo hayan dicho. "Algunas veces, algunos hinchas te dicen mirá si vos estabas en ese centro, o hasta los mismos compañeros te lo dicen, pero estando adentro nunca se sabe. Yo sé que estando adentro es diferente, son decisiones que se toman un segundo. Cuántas veces estando yo en cancha la pelota pegaba en el palo o la sacaban los arqueros punteándola debajo del arco. A todos nos preocupaba eso, estando o no en la cancha. Yo sabía que a veces la suerte no nos acompañaba, ahora está cambiando y ojalá que cambie ya el resto del campeonato porque nosotros la necesitamos", confesó.
Consultado sobre cómo vio al equipo desde afuera, dijo: "Yo vi que se jugó bien, se crearon varias situaciones, dos o tres veces la pelota pegó en el palo, contra Douglas por ejemplo hubo una muralla en el arco. En esos casos, nada se puede hacer. Lo que sí no podemos hacer es bajar los brazos y no insistir".
También habló de la presión de la gente. "El último partido estuve en la platea baja con mi familia y había más gente que alentaba. Después, es lógico que cuando van 41 o 42 minutos y la pelota no entra, cualquiera se pone tenso".
"Ganando este partido sabemos que vamos a tener mucha confianza para lo que se viene. Y para justificar los tres puntos que trajimos en la semana, también es clave. Esta es una final", cerró palpitando el duelo ante Unión.
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