Gimnasia y Tiro empezará a decidir en 48 horas su futuro en el endecagonal cuando reciba pasado mañana a San Jorge, previo al duelo con Talleres en el Kempes que aún no se decidió cuándo se disputará. Como en cualquier competencia lúdica, donde la perspicacia y el oficio de un jugador a veces suelen torcer el azar, donde solo un par de naipes jugados a todo o nada pueden ser capaces de desviar un destino, Gimnasia y Tiro deberá jugar dos cartas fundamentales, sin margen de error, si es que pretende seguir con vida en la lucha por el ascenso directo. En el afán de acortar las abismales distancias con los líderes Maipú y Talleres, el albo está obligado a sumar de a seis en los dos encuentros que disputará en el lapso de 96 horas: la recepción a San Jorge de Tucumán el miércoles, a las 22, en el Gigante del Norte; y la visita al candidato Talleres en el Mario Kempes y con la relevancia que cobrará el duelo dado los controvertidos antecedentes de “La T”, favorecido con polémicos penales a favor, ante Sportivo Belgrano y Racing de Olavarría. Pero el próximo objetivo es el expreso tucumano, rival que se encuentra en la misma línea del albo en la tabla y que también jugará su última ficha. La única variante confirmada en el equipo de Víctor Riggio para el encuentro de pasado mañana es el retorno de Diego Ianiero a la defensa, tras cumplir una suspensión. Como contrapartida, Iván Agudiak llegó a la quinta amarilla y entre Henry Sáez, Franco Mendoza y Juan Zárate saldrá su relevo en el ataque. Para colmo, la expulsión de Franco Ascencio en Maipú deja al Tano sin una variante de peso en el banco. Esteban Burgos, por su parte, pide pista para regresar el miércoles, sin embargo, el cuerpo técnico estima que al jugador aún le falta para ponerse a tono en lo futbolístico, pese a estar recuperado de su lesión. En cuanto al encuentro con La T, la dirigencia cordobesa pretende que el pleito se juegue el próximo lunes, a las 21, pero en el albo se niegan a moverse del día domingo.
