Deportivo Merlo jugó mejor en el primer tiempo ante San Miguel, pero no lograba abrir el marcador. Sin embargo al minuto 90, Agustín Graneros sacó un zurdazo para que el Charro se quedase con los tres puntos.
Deportivo Merlo buscaba sumar su segundo triunfo al hilo ante un rival que, en la previa, venía de hacer un campeonato similar al Charro. Ese triunfo que tanto añoraba Negro Luqui y sus dirigidos para cambiar la pálida imagen que habían demostrado en gran tramo del campeonato.
De entrada se vio que el conjunto local iba por todo. Con un 4-3-3 bien definido, el equipo se mostraba rápido y activo. La defensa se exhibía firme, el mediocampo recuperador y el tridente ofensivo salía a presionar todas, complicando de esta manera todas las salidas del fondo de San Miguel. Con esta fórmula, Merlo tuvo la primera clara, tras una gran triangulación entre Vara, Carrizo y Brian Martín, éste último quedó mano a mano con Vantommé, pero el arquero tapó con el pecho al borde del área, el rebote le quedó a Vara y el guardavallas tuvo que recurrir a una infracción para detener el avance Charro cuando tan sólo iban 10 minutos de partido.
El conjunto de Negro Luqui dominaba el encuentro, pero a los 24 llegaría un llamado de atención a su puerta. Remate de Gibelli, el más activo del Trueno Verde, la atajada de Di Grazia y el rebote que le quedó a Maxi Acosta que, con el arco a su disposición y el arquero en el suelo, remató desviado, perdiéndose insólitamente la apertura del marcador. El Charro salió a responder rápidamente, y seis minutos después, Vara se juntó con Benítez y el mediocampista asistió por arriba a Carrizo, que en el mano a mano definió demasiado cruzado ante la salida de Vantommé y se perdió una gran chance.
Las complicaciones volverían al conjunto local, pero esta vez en forma de lesión, y es que Brian Martín se veía obligado a dejar la cancha por un traumatismo en su pie izquierdo cuando iban 35 minutos de juego. En su lugar ingresó Agustín Graneros, que sería determinante para el desarrollo del partido.
Con el ingreso de Graneros, Negro Luqui cambió el sistema pasando a jugar 4-4-2, lo que le daba mayores libertades a San Miguel de empezar a atacar, en especial por el flanco izquierdo, aprovechando las espaldas de Mariano Randulfe. A pesar de esto, Merlo terminó yéndose tranquilo a los vestuarios con el 0 a 0.
Para el complemento, Negro Luqui mandó a la cancha a Romero en lugar de Vara, que había cumplido con una correcta actuación. A pesar de haber mostrado un buen nivel colectivo, el ritmo del encuentro mermó, se hizo chato y ninguno de los dos generaba situaciones de riesgo. A falta de 9 para el final, tras un tiro libre desde la izquierda, Báez ganó en las alturas y con un certero cabezazo que se escurrió entre las piernas de Vantommé, y entró en cámara lenta, abrió el marcador. Pero la jugada fue anulada por posición adelantada del experimentado central, que casi cumple con la ley del ex.
Parecía que el partido sería un 0 a 0 más para el Charro y el Trueno Verde, pero justo cuando se cumplía el minuto 90 y el árbitro hacía el gesto de que se jugaban 3 más, en la continuación de un ataque de Merlo al borde del área, Graneros intenta tirar un centro, pero rebota y le vuelve a quedar a él, para girar, dejar a dos en el camino y clavar de un zurdazo la pelota en el ángulo izquierdo de Vantommé para desatar la locura en el Parque San Martín. El equipo de Patricio Hernández no tuvo tiempo de contrarrestar el gol.
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— Kevin_Jr18⚽ (@Kevin_JR18) 5 de abril de 2016
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