Federal A - GIMNASIA Y TIRO (SALTA)

Mayores certezas de cara al debut

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"En la cancha se ven los pingos", reza una popular frase. Y en el mundo Gimnasia y Tiro, si bien las conclusiones tajantes quedan de lado a falta de competencia oficial, allí donde realmente un equipo demuestra para qué está y cuales son las aspiraciones y las metas reales de cara a una competencia oficial, los primeros dos encuentros amistosos y la composición de un equipo austero, sin "salirse" del presupuesto y sin rimbombantes incorporaciones, dejan relativamente tranquilo al DT José María Bianco.

Porque en este incipiente proceso que aún no comenzó, a 24 días del debut oficial en la temporada 2016/17 del torneo Federal A, nada menos que en el clásico con Juventud Antoniana en el Gigante del Norte, se puede observar, además del mantenimiento de una base y la noción de conformación de un grupo humano sólido, a un equipo con mayores variantes en relación a las dos últimas temporadas.

Tras vencer a Pellegrini y a Talleres de Perico en sendos exámenes de prueba y superada la etapa más trabajosa de la pretemporada en los predios de la Liga Salteña de Fútbol, en el albo se observa un plantel con mayores alternativas por puestos en el equipo del Chaucha.

El estratega rosarino optó por comenzar a darle confianza a un mismo once en ambos diagnósticos futbolísticos, pero a su vez comienza a encontrar alternativas en cada posición.

Darío Sand, de buenas actuaciones en la temporada pasada, seguirá siendo la referencia primordial del albo bajo los tres palos, aunque en dicho puesto se centran las mayores incertidumbres en relación a cuánto podrían aportar Esteban Dei Rossi y Facundo Abraham, los restantes dos guardavallas, en caso de tocarles defender el arco millonario por los "porotos".

En la zaga, Bianco parece haber encontrado la mejor manera de arrancar de atrás para adelante en la composición de la estructura, con el polinomio Pablo Bárzola-Facundo Vega-Federico Rodríguez-Fabio Giménez; sin embargo, es también Agustín Bellone, quien paulatinamente se recupera de un infortunio que lo tuvo varios meses parado, la principal alternativa del técnico para ocupar el lateral derecho, al igual que el juvenil Álvaro Cazula, quien ya supo demostrar potencial. Y Matías Villavicencio, con su liderazgo, presencia de caudillo, experiencia y mote de líder positivo en el grupo, asoma dentro de la variedad en cuanto a marcadores centrales o de punta se refiere, sin descontar a Fernando Labaké, quien alternó entre buenas y malas durante su experiencia como titular en el pasado semestre. También aparece dentro de ese manojo de variables Iván Sequeira por la punta izquierda, aunque el mismo puede ensamblarse en un mismo once junto a Fabio, en el caso que el Chaucha opte jugar con un enganche: en ese caso, Pablo Motta y Maximiliano Martínez cuentan con las características propias para esa función tan vital dentro del armado.

Bianco también parece comenzar a encontrar en el escurridizo Alexis Bulgarelli una pieza para nada despreciable a la hora de requerir un volante con alta vocación ofensiva por el carril derecho, donde también cuenta con el ascendente Fausto Apaza.
El DT tambien puede encontrar en el tándem guerrero de mitad de cancha conformado por Osvaldo Young y Ezequiel Saavedra, hoy potenciales titulares; otro binomio capaz de hacer el trabajo sucio con Daniel Ramasco y Daniel Carrasco; aunque seguramente Bianco también procurará complementar con una referencia creativa y de traslado limpio en el medio a estos cuatro exponentes de la recuperación.

En el ataque, quizás el ítem más sensible en la última temporada, por la alarmante carencia de gol del campeonato pasado, Nicolás Aguirre y Luis Silba comenzaron a clarificar en la red las incertidumbres pasados, al menos en los amistosos; en el mismo tenor que Juan Amieva, el goleador del albo en la temporada pasada, y Lautaro Ceratto, también meten presión desde atrás.
La intención de Bianco para esta temporada larga que se avecina es fortalecer la base con nombres propios que llegaron para suplir las anemias de un Gimnasia que pagó caro la falta de variantes en los dos procesos pasados, y lo sumieron en la frustración de no cumplir el objetivo tan ansiado por los hinchas desde hace más de quince años: volver a la B Nacional.