El partido de Atlético Paraná contra Nueva Chicago no dejó mucha tela para cortar. El Gato jugó bien, pero el balón no quiso besar la red.
Atlético Paraná volvió a tener una grata actuación ante su público. De a poco, la mano de Hernán Darío Ortiz se empieza a notar: pelota al piso, presión contra el rival en distintos puntos del campo de juego y terminar las jugadas en ofensiva, son algunos de los destellos de este nuevo Decano.
El primer tiempo contra Nueva Chicago se crearon seis posibilidades de gol, con tres tiros en los palos. Aunque se marcó un gol. De igual manera, Mazzolatti se torna imparable por momentos. Belforte junto a Lencioni conforman la dupla que quiere en el mediocampo el DT.
Cadenazzi está adentro del área, donde puede lastimar y Alzugaray es peligroso en el mano a mano. Estos son algunos de los gustos que quiere el Indio y se comienzan a observar.
De igual manera, esta idea de jugar, la de no tirar pelotazos, también tiene sus riesgos y contra el Torito de Mataderos una mala salida culminó en el gol de la visita. Pero no es cuestión de cambiar, sino de pulir y eso está claro. La idea invita a disfrutar y de continuar trabajándola va a salir redondita, con los resultados esperados.
En la quinta fecha no llegó la definición deseada porque simplemente la pelota no quiso entrar. Claramente es una descripción banal, pero fue así. El palo evitó la conquista en reiteradas oportunidades y otras la aparición del arquero no dejó lugar al grito. El 1 a 1 no dejó mucha cosas para corregir, si para fomentar. Aunque dentro de la lista habrá que anotar algunos desacoples defensivos. Sin embargo, allí Manchot y Paulucci se perfilan como los estandartes de este once, acompañado por Morales, con la búsqueda del tres que aún no se encontró ya que jugó Quiroga, pero también estuvieron Piris y Stechina y entre ellos está la lucha latente.
UNO QUE VOLVIÓ. Uno de los jugadores que se empezó a sentir en el campo de juego es Lencioni. El capitán tuvo una muy buena noche, metió, corrió mucho y jugó, cuestión que no observaba desde hace varios encuentros.
"El semestre pasado fue de regular a malo para el plantel y también, en lo personal, no me fue bien. Creo que era un desgaste de la cabeza que repercutía en el físico. Pero me estoy empezando a sentir bien, arranque peleando desde afuera, siempre sumando para el grupo; después me tocó estar en el once, ahora me toca estar acá y obviamente lo voy a defender a muerte", explicó Lencioni.
-Se te vio hacer un desgaste enorme. Es lo que te pide el entrenador mucha presión.
-Sí, mi función fue cubrirle los espacios a los centrales, además Belforte y Mauro (por Pajón) podían soltarse un poco y yo debía cerrar los espacios de ellos. Eso fue lo que me pidió y se hizo bien.
Obviamente que los relevos te llevan a correr mucho la cancha, pero depende del partido ya que a veces me ocupa para jugar un poco más arriba.
-Justamente con la pelota lo haces bien, es la idea también que puedas desarrollar la doble función: jugar y marcar.
-Sí, es lo que uno busca y trabaja. Esperemos que el equipo siga de menor a mayor porque merecimos los tres puntos contra Chicago por todo lo que buscó el equipo y la entrega. Tuvimos una seguidilla, ellos venían descansados y no se notó, lo que habla muy bien de Paraná.
-Una seguidilla interesante con rivales complicados. Ahora se viene Argentinos en la Paternal.
-Sí, sabíamos desde principio de campeonato que se venía una seguidilla de clubes importantes con peso en la categoría. Vamos a ir a Argentinos a sumar, aunque sabemos que todos los partidos van a costar tanto de local como de visitante.
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