Quedaron once puntos sobre doce, solo se sumó uno. Boca Unidos sigue descendiendo en la tabla de posiciones y lo que es más preocupante, su promedio también empieza a bajar. Algo a tener en cuenta para el futuro.
Entonces uno se pregunta ¿si con un esquema de juego más bien cauteloso hubo magra cosecha, no será el momento de apelar a un fútbol más ofensivo?
La respuesta la tiene el cuerpo técnico, pero debe ponerla en práctica cuanto antes. El equipo bajó al puesto número 17 entre 23 clubes participantes del torneo de la B Nacional. Esto implica que hay que empezar a patear el tablero tratando de hallar una solución que permita superar este momento con densos nubarrones que están aquejando al equipo correntino.
El domingo, frente a All Boys (0-1) la derrota dolió mucho, fue la tercera consecutiva de local, algo inusual para Boca Unidos jugando en Corrientes y más allá de que hubo una ligera mejoría, no varió demasiado el esquema de juego.
Siguió faltando audacia y pocas veces se vio al equipo arribar a la zona de definición con varios jugadores. Es más, hubo demasiado espacio entre atacantes y defensores porque estos no achicaron a espaldas de los volantes.
Por eso Villoldo tuvo inconvenientes en la etapa inicial, la enorme franja del sector derecho le permitió a Alexis Vega y a Emilio Porro ganarle seguido al uruguayo. Ese es un punto a tener en cuenta y tal vez lo más conveniente sería que la defensa se instale más arriba, sin meterse tanto atrás y "achicando" con decisión detrás de los mediocampistas.
Otro aspecto que no habrá pasado inadvertido para el cuerpo técnico es que cuando Boca Unidos, ya en desventaja, quemó las naves y se soltó decididamente al ataque, fue cuando menos peligro sufrió en su retaguardia y por el contrario, estuvo más cerca de lograr el empate.
Entonces surge la pregunta, ¿no será el momento de apostar a un fútbol con ataque más agresivo? Es que, está comprobado, si es que no se asocian más jugadores a los delanteros en el momento de resolver las jugadas, cada vez va a ser más difícil anotar el gol.
Hay jugadores para hacer otro tipo de juego, más si hoy los resultados y el rendimiento del equipo no es el esperado, el que quiere el grueso del público. Al parecer, esta semana todavía no estará para jugar Gonzalo Ríos, un jugador que puede aportar mucho al equipo y el entrenador debe encontrar al más indicado para llenar la ausencia del lesionado Martín Fabro.
Habrá que ver por qué jugador se inclina Domínguez en el momento de armar el once inicial. Hay varias alternativas, Leonel Ríos, Mateo Ramírez y una tercera que podría surgir con la inclusión de Ataliva Schweizer corriendo a Diego Sánchez Paredes un poco más a la derecha.
Claro que éstas son solo conjeturas y será responsabilidad del técnico designar al jugador que cumplirá esa misión en el mediocampo.
Está claro que los tres de adelante podrían ser los mismos, con Mariano Miño bajando un poco para encarar después con pelota dominada. Será una de las armas para "lastimar" a Ferro y Cristian Núñez (acostumbra hacerle goles al "verdolaga") pivoteando cerca o dentro del área, más la velocidad del chileno Carlos Ross pueden romper la sequía de falta de gol. Más aún si cuentan con el apoyo cercano de los mediocampistas. Osmar Ferreyra tiene buena pegada para rematar al arco y también manda precisos centros y quien juegue por la derecha pueda aportar otro tanto. Lo cierto es que se deben asumir riesgos si es que se quiere potenciar el ataque.
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