El lateral de San Martín de Burzaco se encuentra realizando los primeros ejercicios tras la lesión que sufrió en el partido ante Argentino de Quilmes. "Los primeros meses no me daban ganas de salir de la pieza", recordó.
Una buena noticia recorre desde hace unos días los pasillos del club de Burzaco: Lucas Angelini volvió a los entrenamientos con el primer plantel. Había sufrido rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda, a principios de noviembre del año pasado, en el partido ante el "Mate".
El joven lateral fue a disputar el balón al piso y no pudo levantarse. Las señales de dolor que demostraba en aquel entonces hacían prever que algo malo había pasado.
Tirado en el césped, agarrándose la rodilla, esperó que el árbitro pare el partido para ser atendido por el médico. Tras estar unos minutos afuera, intentó volver, pero después de dos corridas, la dolencia no lo dejó continuar.
El jugador surgido de las inferiores del "Azul" dialogó con de Brown y contó que la pasó muy mal. "Las primeras semanas fue todo muy difícil. Me costaba dormir al pensar que no iba a tener contacto con una pelota en los próximos meses", recordó.
Con apenas 22 años, Angelini tuvo que lidiar con las muletas durante la primera etapa de recuperación. "Cuando dejé de usarlas fue todo fácil y pasaba más rápido", describió, y agregó que ha sido un golpe muy duro, ya que nunca en su carrera se había lesionado.
"La idea es estar en la pretemporada a la par de mis compañeros para trabajar normalmente", auguró Lucas, aunque también fue cauto y advirtió que no quiere apurarse porque sino todo el esfuerzo realizado no servirá.
"Espero que para la primer fecha del próximo torneo esté disponible para Diego Galeano y su cuerpo técnico", concluyó.
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