Alumni cerró la etapa más dura de la pretemporada con un triunfo (3-1) sobre Atlético Leones, en Plaza Ocampo. El DT Héctor Arzubialde no pudo contar con todos, pero aprovechó para darle juego a los tres refuerzos, que se mostraron muy bien. Para cerrar con una sonrisa la parte más exigente de la pretemporada, Alumni sumó ayer su segundo amistoso, venció 3 a 1 a Atlético Leones, en Plaza Ocampo, y lo hizo con sus tres refuerzos en cancha, ilusionando con las ganas de jugar y de mostrarse. El partido, que comenzó una hora y media más tarde de lo previsto (por la demora en el arribo de tres jugadores visitantes), tuvo algunas ausencias por el lado del elenco villamariense, ya que algunos jugadores se reponen de un cuadro viral que se propagó en los últimos días y que afectó a media docena de integrantes del plantel. De hecho, antes del inicio del juego, el entrenador Héctor Arzubialde avisó que la idea primaria era realizar dos partidos, pero prefirió preservar a los jugadores que no se encontraban en plenas condiciones y por ello se disputó uno solo, de 80 minutos. Por el mismo motivo, el DT dejó todo el partido al volante villamariense Luciano Antonino, quien se sumó al plantel el viernes, como último refuerzo para la reanudación del Argentino A. Los ausentes fueron los volantes Ariel Mascambroni, Alejo Gelatini y Ulises Bonaveri, los defensores Patricio Berardo y Ezequiel Campos, y el arquero Federico Pedernera. Además, estuvo en el banco y no ingresó el delantero Carlos Herrera, otro de los afectados por el virus. El doctor Horacio Escurra comentó que “los jugadores padecieron una gastroenteritis, pero esto se dio por contagio de un virus. Tal vez uno tuvo el problema y el resto se contagió”. Además, recalcó que “no fue el agua o la comida porque, sino, todos se hubiesen enfermado al mismo tiempo y, sin embargo, esto fue en secuencias”. El caso es que Alumni pudo salir a jugar igual con un equipo interesante, en el cual Arzubialde plasmó otra idea, con cuatro defensores, tres volantes y tres atacantes, entre los que se encontraron los refuerzos Walter Cuevas y Matías Espíndola, quien actuó un poco más retrasado. Precisamente, los nuevos futbolistas de ofensiva de Alumni se quisieron mostrar y entusiasmaron por velocidad, gambeta y oficio. Al mismo tiempo, hubo una muy buena tarea de David Altuna, quien esta vez jugó como único volante central y se adueñó del medio. El propio Altuna abrió el marcador a los 3 minutos de juego, después que un tiro libre de Cuevas fuera conectado de cabeza por Fernando Maldonado y posteriormente por Víctor Rena. El arquero de Atlético, Federico De Giorgis, dio rebote y Altuna aprovechó para meter el botín y anotar el primero de la mañana. Por esos momentos, Antonino buscaba acoplarse con sus nuevos compañeros y no tardó en hacerlo, aunque lo mejor del villamariense se dio en el complemento, cuando se tornó imparable por el sector derecho. Por la izquierda, en tanto, se notó la evolución física y futbolística de Diego Villagra, recuperado totalmente de una lesión que lo alejó de las canchas en la última parte de 2012. A pesar de contabilizar una jugada peligrosa sobre su valla (Javier Alessandria, tras un tiro libre, metió una palomita y el balón salió apenas desviado), Alumni monopolizó el balón casi siempre. Eso remarcó la distancia que existe entre un equipo de Argentino A y otro que se apresta a jugar el Provincial, Atlético Leones, que contó con el central Patricio Luna (ex Alumni), como uno de los refuerzos para el certamen donde será rival de Rivadavia. En la visita, el técnico Adrián Fornero también metió en el segundo tiempo al arquero Matías Garofani, ex River de Villa María. Precisamente, en el complemento, Alumni aumentó el marcador, primero con un gol en contra que provocó Antonino, quien escapó por derecha y envió la pelota tan envenenada que rozó en Luna y se metió. Y después, por un penal que Garofani le cometió a Nicolás Gayoso. Santiago Aloi, quien había convertido el 1-0 del miércoles (en el amistoso ante el Bell), se hizo cargo de la ejecución y rubricó el 3-0 con una “picadita”. Sobre el final, Atlético tuvo un premio al esfuerzo y a las ganas, cuando Mauricio Miranda descontó tras un tiro de esquina de Diego Quinteros. El final tuvo aplausos de aprobación. Primero en las tribunas, con casi 50 personas que se acercaron para ver el partido. Y luego en los vestuarios, con los jugadores recibiendo las felicitaciones del DT por el sacrificio que hicieron en los últimos diez días, en los cuales se “guardó” al plantel en el predio del club. Después todos fueron a reencontrarse con sus familias y quedaron libres hasta mañana. El tercer amistoso de Alumni será el martes, en Río Cuarto, ante Estudiantes, a quien recibirá el viernes posterior, en la “Placita”.