La política que inició Salvador Ragusa en 2010, y que luego continuó con éxito el actual DT de Gimnasia y Tiro Víctor Riggio, en conjunto con la dirigencia, de foguear y trabajar la madera de los recursos genuinos del club, empezó a dar sus réditos en el corto plazo: la venta de la mitad del pase de Esteban Burgos a un renombrado representante de jugadores y la proyección y valoración en alza de juveniles como Ivo Cháves y Rubén Villarreal, parte importante de la columna vertebral del único líder del torneo durante el último semestre arrasador del 2012, así lo corroboran en los hechos. Sin embargo, dicha filosofía seguirá manteniendo plena vigencia y ejecución en el 2013, con la esperanza de que más valores puedan realzarse y sean una alternativa firme en el actual plantel que buscará el ascenso en las 18 finales que le restan. Consecuente con ese pensamiento, en el amistoso disputado ayer por el albo en Perico ante Monterrico (el equipo salteño se impuso por 1 a 0 con gol de Juan Pablo Zárate) el DT Víctor Riggio le dio la pilcha y la oportunidad de mostrarse nada menos que a siete juveniles. Cuatro de ellos fueron titulares (Luciano Estrada -defensor- Facundo Sánchez, Tomás Basualdo y Matías Guglielmi -volantes-), pero también tuvieron minutos en cancha Leandro Camacho, Mauricio Hoyos y Javier Gallo. Si bien estos dos últimos ya tuvieron su chance en la temporada pasada, el resto aún espera con ansias la oportunidad de equilibrar al puntero, equipo que aún no pudo hacerlo en los puestos específicos en los cuales no se reforzó. Guglielmi ya tuvo su bautismo de fuego el año pasado (fue titular en la última fecha ante Sportivo Belgrano dejando una muy buena impresión). Ayer, en la victoria ante Monterrico por la mínima diferencia, en el lujoso complejo hotelero periqueño, el mediocampista de perfil ambidiestro fue de lo más desatacado al desequilibrar por izquierda y enviar un centro perfecto a la cabeza de Zárate en el único gol (20' de la etapa inicial).
