En un mal partido, el "Torito" de Mataderos estaba descendiendo con su empate ante Ferro y los otros resultados, pero a falta de 10 minutos su capitán Lucas Baldunciel convirtió el único gol, para una victoria que le permitió mantener la categoría.
Hay que empezar por el final, con ese festejo contenido de los futbolistas, periodistas partidarios y los alrededor de 1.000 simpatizantes del verdinegro desparramados sin hacerse notar por la platea del estadio Arquitecto Ricardo Etcheverri.
El 1 a 0 versus Ferro representaba nada menos que evitar el descenso, ese cruel fantasma que lo persiguió durante las últimas jornadas. Por eso se entiende el desahogo de todo el pueblo de Mataderos.
También se puede entender la desazón de los 7.000 hinchas verdolagas presentes, que se fueron con insultos para todos: para sus futbolistas por no poner - según ellos - lo que deberían haber puesto para condenar a su rival, para los de Chicago – obvio -, para sus propios directivos y también para Julio Barraza, de mal arbitraje y que, con pequeños fallos en jugadas dudosas, fue inclinando la cancha en contra del arco de Andrés Bailo.
El primer tiempo fue flojísimo. Ambos equipos demostraron porque deambularon por el fondo de la tabla. Pareció que el visitante, más urgido, salía con mayor decisión, pero solo fue un espejismo que duró menos de un cuarto de hora. El juego fue trabado, con muchas pelotas divididas y pelotazos sin sentido.
Hubo sólo una aproximación por bando, ninguna con aroma a gol. La de Mataderos a los 9’, con un derechazo recto y alto de Jorge Valdez Chamorro, desde casi 25 metros, que obligó a una volada de Bailo hacia el ángulo superior de su mano izquierda, para sacarla al tiro de esquina. Y el de Caballito a los 42’, cuando Bruno Barranco abrió hacia Tomás Asprea por derecha y el ex Comunicaciones, entrando al área, remató de derecha, medio metro por arriba del travesaño. En el medio, nada de nada.
En el complemento se esperaba una mayor cuota de emociones, debido a que los resultados que llegaban de otras canchas no eran los más alentadores para el objetivo de Nueva Chicago.
Sin embargo, la primera llegada fue para Oeste, a los 12’, con una gran jugada del ingresado Nahuel Luján por izquierda, amagando y gambeteando hasta llegar al fondo, para despedir un centro que por poco no pudo ser conectado bien por el pibe Barranco.
La impotencia de la visita para torcer su destino de descenso clamaba por cambios y éstos llegaron. Walter Perazzo hizo ingresar primero al movedizo Facundo Mater y luego al sapiente Christian Gómez.
Pero poco antes de la media hora estuvo otra vez cerca el dueño de casa con un derechazo de Luján, borde del área, que se fue a un metro. El "Torito", al borde de la desesperación, pasó a monopolizar casi la pelota, ante un rival que se replegaba y no atinaba a aprovechar los espacios disponibles para las contras.
Así, el partido se jugaba cada vez más cerca del área de Ferro, mientras sus simpatizantes empezaban a reclamar más actitud a sus jugadores. A Chicago no se le caía una idea, pero a los 35’ llegó el desahogo con el gol de Lucas Baldunciel, que luego de una jugada sucia, con un mal cabezazo hacia atrás de un defensor, controló el balón por izquierda, limpió su camino de obstáculos y definió con un remate cruzado y alto desde el borde del área chica.
Desahogo para un bando y desazón para el otro. Herido en su amor propio y ante los insultos de su gente, los dirigidos por el uruguayo Alejandro Orfila entendieron que se estaban despidiendo con una pésima imagen y fueron para adelante, pero solo eso, sin lastimar en absoluto.
Y pudo liquidarlo "Gomito" Gómez a falta de 3 minutos, con un tiro libre desde la izquierda que ejecutó con su habitual maestría y motivó una buena intervención de Bailo. Ya en el descuento, Barrazo coronó su mala tarde al ignorar un agarrón a Barranco en el área que era penal para el local y, tal vez, descenso para Chicago.
Sintetizando, mal partido entre dos equipos muy limitados. Lo más justo hubiese sido un empate en cero pero, con el gol de su capitán Baldunciel zafó Chicago y así se aseguró su permanencia en el torneo Nacional "B". Telón para dos pobres campañas.
SINTESIS
Ferrocarril Oeste (0): Andrés Germán Bailo (capitán); Hernán Gustavo Grana, Gabriel Adrián Díaz, Gustavo Damián Canto y Rodrigo Nicolás Mazur (84’, Juan Manuel García); Federico Murillo (54’, Nahuel Isaías Luján), Lautaro Gabriel Torres (75’, Nicolás Gómez), Sergio Daniel Sánchez y Tomás Asprea; Bruno Barranco y Jonathan Carlos Herrera. DT: Alejandro Miguel Orfila Colmenares.
Suplentes que no ingresaron: Iván López, Cristian Adrián Carrizo, Facundo Andrés Affranchino y Carlos Alfredo Airala.
Concentró y quedó afuera del banco de relevos: Matías Ariel Mariatti.
Nueva Chicago (1): Leandro Requena; Gonzalo Leonel Vivas (2’, Juan Cruz Monteagudo), Adrián Américo González, David Eduardo Achucarro Trinidad y Alan Lorenzo; Norberto Darío Palmieri (72’, Facundo Mater) y Leandro Nicolás Teijo; Lucas David Baldunciel (capitán), Jorge Vidal Valdez Chamorro (76’, Christian Gustavo Gómez) y Gustavo Alejandro Aranda; Gabriel Avalos. DT: Walter Osvaldo Perazzo Otero.
Suplentes sin ingresar: Augusto Bottini, Leandro Andrés Gioda, Franco Tomás Quiroga y Alexis Iván Vázquez.
Concentraron y quedaron afuera del banco de relevos: Gonzalo Miceli y Favio Alejandro Brizuela.
Gol: (80’) Lucas Baldunciel (NCh)
Figura: Lucas Baldunciel (NCh), por ser el autor del gol que evitó el descenso
Amonestados: (86’) Sergio Sánchez (FCO); (31’) Lorenzo, (43’) Monteagudo, (65’) Teijo y (81’) Baldunciel (NCh)
Expulsados: No hubo
Arbitro: Julio Barraza (mal)
Asistentes: Mauricio Flores y Rubén Bustos
Cuarto árbitro: Diego Ceballos
Incidencias: Se jugó sin público visitante, aunque unos mil simpatizantes de Nueva Chicago se encontraban en la platea local
Estadio: Arquitecto Ricardo Etcheverri (club Ferrocarril Oeste)
Campo de juego: Excelente, considerando la lluvia caída en los últimos días
Concurrencia: Aprox. 7.500 personas
Recaudación: No fue suministrada
