Todo cambio cuesta, en cualquier orden de la vida, y el fútbol no es la excepción. Cada entrenador tiene su manera de trabajar, su esquema preferido y hasta su forma de leer los partidos. Por eso en San Martín, el cambio de cuerpo técnico dio inicio a la etapa de metamorfosis. La llegada de Carlos Roldán generó un revuelo en el aspecto táctico. El DT quiere un equipo que sea protagonista por sobre todas las cosas, pero con un mandamiento infaltable: quiere hacer un culto de la posesión del balón. Eso no se negocia. Con la tenencia de pelota, el entrenador pretende sacar de las casillas a los rivales y tratar de que sea su arma letal en el camino ascendente. En el aspecto táctico, por ahora no hubo un cambio profundo. El 4-4-2 parece inalterable en el inicio. Aunque puede ir mutando de acuerdo a las circunstancias del juego. "Todo depende de lo que haga el rival. Cuando no tengamos la pelota nos pararemos de una manera diferente a cuando estemos volcados en ofensiva", dijo Roldán sobre el esquema que puede transformarse en un 4-4-3 o en un 3-4-1-2. La idea de juego es donde surge el cambio más notorio con respecto a lo que pretendía su antecesor. "Quiero que cuidemos un poco más la pelota y tratemos de lastimar al rival, siendo agresivos. Yo prefiero que mis jugadores se equivoquen por querer jugar antes que por no intentarlo", explicó el DT consciente de que para ver el equipo que él pretende deberá esperar un tiempo. Roldán sigue probando. En cada práctica, le da una vuelta de rosca más a esa nave que pretende que esté 10 puntos para el duelo contra Juventud Antoniana. Durante la práctica de fútbol, que el equipo realizó ayer en el estadio de La Ciudadela, el nuevo DT volvió a apostar por casi el mismo equipo que viene probando desde su arribo. Aunque ahora realizó dos modificaciones. Lucas Bustos reemplazó a Federico Pomba (táctico), mientras que Daniel Carrasco jugó por el lesionado Luis Vega (esguince en un dedo de su pie izquierdo). De esta manera, el equipo para el sábado sería: Juan Carrera; Mario Vera, Luciano González, Bustos, Esteban Goicoechea; Rubén Molina, Leonardo Acosta, Rodrigo Malbernat, Carrasco; Gustavo Ibáñez y Gustavo Balvorín. Pero más allá de los nombres, lo primordial en Bolívar y Pellegrini es adoptar rápidamente el esquema que pretende Roldán, aunque el primer paso parece estar dado: los jugadores están compenetrados con la causa. "Este estilo es lo más lindo que hay, es muy bueno intentar siempre con buen juego. Yo creo que esa es la manera más fácil de conseguir buenos resultados", dijo Malbernat, uno de los encargados de la creación, y de los más favorecidos por el cambio en el juego. "Tenemos muy buenos jugadores por lo que no creo que haya problemas de adaptarse a este estilo", agregó el volante. Lo primordial es que el sello "Roldán" comience a verse el mismo sábado, aunque el poco tiempo de trabajo es el principal obstáculo. "Tenemos que adaptarnos lo antes posible para comenzar a levantar el rendimiento y poder clasificar", expresó Mario Vera. Entre hoy mañana, Roldán tratará de seguir puliendo detalles para que su debut sea perfecto y San Martín pueda comenzar a sonreír.