"Cantamos todo el viaje. Y nos recibió mucha gente", dijo tras echar a Central.
"Llegamos a Viedma y nos recibió un mundo de gente, nos subieron a una camioneta de bomberos y nos iba escoltando la Policía, estaba lleno por todos lados, desde la ruta a la ciudad. Hicimos un parate sobre la fuente emblemática y festejamos ahí juntos y luego nos acompañaron hasta el club", cuenta el Pope Alex Díaz, el pibe neuquino de Sol de Mayo, equipo de la capital rionegrina que milita en el Federal A y el martes por la noche concretó una verdadera hazaña: eliminar al campeón Central de la Copa Argentina.
La joyita de 19 años, ex Pacífico, que en los últimos años experimentó un sorprendente crecimiento en su carrera, quedó fuera de la lista de convocados pero ello no lo privó de ser parte de la delegación y un testigo privilegiado del resonante batacazo. "Una experiencia inolvidable, estuve ayudando desde afuera, alentando al grupo. Tuve un poco de bronca al principio porque todos queríamos estar pero luego me di cuenta de que estaba siendo parte de un momento histórico por lo que había que apoyar. De a poco vamos cayendo, nos vamos dando cuenta de lo que logramos", comenta este talentoso volante oriundo de Centenario.
"De a poco vamos cayendo. Lovera, de Central, tuvo un gran gesto y me regaló la camiseta. Nos recibió un montón de gente en la ciudad, una experiencia inolvidable". Alex Pope Díaz La joyita neuquina de sol de Mayo.
La admiración a los jugadores de Primera y más de un grande como el Canalla siempre está. Y en estos cruces surgen encuentros y anécdotas. "Cuando estuve arriba del micro tras el partido le hice señas y tuve un contacto con Lovera (futbolista de Central). Se bajó, hablamos y me regaló su camiseta en un gesto muy lindo", comentó la joyita que en la ADC y el Decano neuquino mostró toda su clase.
"Ahora estoy sin voz porque vinimos festejando y cantando sin parar", culmina el Pope. Díaz más que felices.