Cristian Sánchez, el autor del gol que le dio el rápido regreso a All Boys a la B Nacional, justificó ese deber asegurando que el albo era el más grande de la Primera B. Además de recordar que llegó a Floresta con ese objetivo primordial, confesó que aún no cae en la importancia de ese gol, sobre el que muchos le han dicho que fue uno de los más gritados de la historia. "Pato" confesó que fue espectacular y muy lindo el festejo con la gente.
La vuelta de All Boys a la Primera B fue muy corta y solo un paseo, porque un año después consiguió el regreso a la Primera B Nacional al ganar el reducido. Después de ganarle 3 a 1 a San Telmo la ida de la final en Floresta, perdía 2 a 0 en la Isla Maciel y se veía obligado a cuidar su arco y definir por penales, pero el gol del descuento le dio el ascenso.
El que convirtió ese tanto que hizo estallar de alegría Floresta fue Cristian Benitez, quien expresó en Mundo Ascenso: "Fue un partido muy difícil. Ellos tuvieron en el segundo semestre un campeonato bárbaro. Casi no perdieron partidos. No me acuerdo la cantidad de puntos que sumaron. Estaban muy lejos del reducido en la primera etapa y en la segunda, casi se meten en ascenso directo. El de ellos es un equipo muy laburado, con un sistema de juego bárbaro, juegan muy bien, así que dos goles abajo y jugando como estábamos jugando, sinceramente se nos escapaba, se nos iba a ir el ascenso. Creo que nuestro gol viene justo porque verlo bajo a Pucheta, que fue de lo mejor nuestro en el torneo y un tipo fuerte de cabeza, como estaba, se nos iba a complicar. Nosotros no agarrábamos la pelota, no generábamos nada y ellos hicieron todo, así que nuestro gol viene justo para después, como se pudo, manejemos el partido"
¿Salieron sin problemas? ¿Cómo fue la llegada a Floresta?
"Nos fuimos rápido, sabíamos que iba a ser así. Lamentablemente todavía en el año en que estamos seguimos peleando por esas cosas. Por precaución, no es que nos dijeron que nos iban a hacer una emboscada, nos fuimos cambiados del hotel, con la ropa con la que íbamos a jugar, fuimos justo sobre la hora del partido para no perder tiempo y después estaba hablando que, pase lo que pase, íbamos a salir cambiados del micro y festejábamos con nuestra gente rápido. Salimos corriendo y la verdad que la policía, como pudo, insistió para que la gente de ellos se quede quince minutos en el estadio, y salimos rápido. Nos fuimos a festejar con nuestra gente. Espectacular. Un momento lindo"
All Boys volvió apenas una temporada a la Primera B y rápidamente regresó a la B Nacional. El "Pato", autor de ese gol que dio esa alegría, manifestó: "La gente de All Boys, los hinchas que me han mandado mensajes me han dicho que fue de los goles más gritados de la historia de All Boys. Hace poco estaban en Primera y ahora se encuentran en la B Metropolitana, una categoría en la que casi no han estado. Siempre han estado en la B Nacional. La gente que ha sido hincha toda la vida ha sufrido muchísimo. Creo que fue uno de los goles más importantes. Uno no cae. Yo soy un chico que viene de jugar en la C. Jugué cuatro años en Central Córdoba y pegar un salto a All Boys había sido un cambio muy importante para mi carrera. Hoy me encuentro que vine a All Boys a tratar de ascender y hago el gol del ascenso. La verdad que es algo muy lindo, soñado y el reconocimiento de los hinchas es algo genial"
¿Desde dónde se hizo fuerte el grupo para terminar logrando el objetivo?
"Habíamos arrancado bárbaro con Pablo (De Muner). Un Cuerpo Técnico laburador al cien por cien y cuando le toca irse, quedamos muy dolidos, muy golpeados, porque fue un Cuerpo Técnico que se hizo respetar. Pablo y el 'Ruso' Ribolzi se hicieron respetar muchísimo porque empezamos a admirar su forma de trabajar. Teníamos planificada toda la semana como un equipo de Primera y no nos faltaba nada. Habíamos arrancado bárbaro el torneo. A los equipos los pasábamos por encima, lo superábamos ampliamente. Estábamos segundos. Después perdimos cinco partidos antes de que termine la primera etapa, había quedado una imagen floja del grupo y siempre el que la paga es el Cuerpo Técnico. Arrancamos la segunda etapa también perdiendo los partidos y lamentablemente, Pablo se tuvo que ir. Después Solchaga agarra el interinato, metemos tres victorias seguidas. La cosa parecía que se volvía a reflotar y después tuvimos otra seguidilla difícil. Eran golpes duros. El grupo siempre se mantuvo unido, pero esos golpes nos pegaron bastante, la ansiedad de la gente. Por ahí nos habíamos desorientado un poco, pero hubo charlas como siempre hay, nos replanteamos todo lo que habíamos hecho, lo que veníamos haciendo y arrancamos de cero. Esa fue la base. El grupo es bárbaro, porque a veces cuando pasan estas cosas no te levantás más. Quedábamos afuera del reducido, entramos por la ventana. Las últimas ocho fechas tuvimos que ganar casi todos los partidos y sabíamos que peleando así nos íbamos a hacer muy fuertes. La verdad que muy fuertes en el reducido y hoy nos encontramos con el ascenso"
"Cuando arrancamos estábamos obligados a ascender. Éramos muchos jugadores nuevos, te llaman y te dicen 'tenemos que ascender a All Boys' y menos mal que salimos, porque teníamos que salir de esta categoría. La vimos oscura, pero gracias a Dios, salimos de esta categoría", reconoció
"All Boys era el equipo más grande de la B Metropolitana y estábamos obligados. Cuando perdíamos era muy difícil", aseguró convencido.
No estaba siendo titular, pero la dupla Solchaga – Bartelt le dio un lugar en el once inicial. "Pato" recordó: "Ellos salieron de lo cotidiano que hace un Cuerpo Técnico, de las palabras básicas. Ellos se metieron en la piel nuestra. Sabíamos que estaba difícil y ellos venían con palabras de fútbol, con nada raro. Nos hablaron siempre del corazón, de las cosas que han aprendido. Son ídolos del club. Sin querer, el equipo pierde y cuando uno sale, parece que el culpable es uno, pero son decisiones que hay que acatarlas y hay que ser profesionales. Ellos me dieron la confianza otra vez, me hablaron, me dijeron que querían el retroceso un poquito más y les hice caso, lo empecé a trabajar porque lo mío es sinceramente el ataque. A un atacante se le hace difícil defender porque se gasta el triple de energía y no es lo mismo. Estamos para eso. Lo hablé con ellos, lo laburé. Me dieron la confianza. Volví contra Estudiantes de Buenos Aires y no perdimos ningún partido hasta el reducido que perdimos la final. Me tocó jugar partidos, levantar bastante el nivel, así que contento y agradecido. Ya se lo dije a ellos y a mis compañeros, que querían que juegue siempre para que levante mi nivel"