El plantel se prepara para los 30º de la siesta del domingo, pero también busca usarlo a favor El invierno de los que toman las decisiones no es el mismo de los que deben acatarlas. Y no es que los grupos estén en hemisferios diferentes: entre la TV Pública y AFA ordenaron que el duelo entre Atlético y Gimnasia de La Plata deba jugarse el domingo a las 14. En Buenos Aires, la temperatura no llegará a 20 grados ese día. Aquí, se esperan 30 y podría haber picos de 32. En vez de renegar, el equipo tomó los recaudos necesarios e intentará que el perjudicado sea el visitante. La primera medida fue programar los entrenamientos de ayer y hoy en el horario del partido. La temperatura por estos días ayudó a hacer un simulacro real del escenario que otorgará la fecha 6 del torneo. Ayer, por ejemplo, luego de esconderse tras las nubes en los primeros minutos, el sol castigó duro gran parte del ensayo formal que ejecutó Ricardo Rodríguez, que no se sacó el piloto en ningún momento. "Me tengo que aguantar lo que venga: frío, calor, puteadas...", dice el entrenador, sin tapujos. Con esa mentalidad, la idea principal será aprovechar a los hombres con más tiempo en la provincia, con experiencia en "calores" y que los que lo terminen sufriendo sean los platenses que ayer entrenaron apenas superando los 15 grados. "Algunos estamos acostumbrados. Imaginemos que si nosotros lo sufrimos, el rival mucho más. Hay que trabajar para que no nos cueste tanto, porque a ellos les va a afectar", dice Deivis Barone. Una hora y cinco minutos de juego duró el ensayo y las conclusiones con respecto al clima fueron positivas: "no hubo ningún problema físico. Saben que no es un impedimento", agregó el DT. De ese período y después de los primeros 20 minutos, el grupo se detuvo al lado de las conservadoras a refrescarse, algo que también sucederá en el partido contra el "lobo" y gracias a Silvio Trucco, árbitro del partido. En Suiza, Federico Almerares vivió totalmente lo opuesto a lo que pasará el domingo: un operativo para combatir los 16 grados bajo cero de la gélida Basilea. "Jugamos con nieve, con las líneas pintadas de rojo y la pelota de color", contó. Más allá de lo futbolístico, las conclusiones climáticas que pueden haberse extraído del ensayo de partido arrojan que será el segundo tiempo el más pesado para todos. No sólo por la acumulación de minutos bajo el sol que se pronostica sino porque el termómetro subirá un par de grados. A eso habrá que sumarle el calor de miles de personas, aunque eso debería jugar a favor del espectáculo.
