Fue 2-0 en Concepción. San Miguel terminó con 8 jugadores y pidió al árbitro el final del partido. Hubo piñas cuando se retiraba el plantel de la cancha.
San Martín ganó 2-0 a San Miguel en Concepción en un partido marcado por actitudes escandalosas del rival, al que le expulsaron tres jugadores y terminó pidiendo al árbitro que terminara el partido.
Con este triunfo el Verdinegro llega a 48 puntos y vuelve a la cima de la Zona A de la Primera Nacional, a la espera del encuentro de su homónimo tucumano.
En el partido de este domingo en el Hilario Sánchez el conjunto del Purruco Antuña no demostró un gran nivel de juego, posiblemente por el planteo del Trueno Verde, que desde los 7 minutos de la primera parte se quedó con 10 por la expulsión de Jorge Ferrero (codazo a Sienra). Desde ese momento la visita empezó a ensuciar el juego con constantes interrupciones y logró mantener el arco en cero hasta el término de los primeros 45 minutos.
El complemente fue muy similar: San Miguel continuó demorando todo lo que pudo, y aún más cuando a los 73′ vio la roja Lautaro Villegas por un encontronazo con Cáseres.
Con dos más, los de Pueblo Viejo siguieron intentando, aunque con ideas poco claras, hasta que a los 85′ Comesaña sancionó un agarrón dentro del área que Federico González cambió por gol.
En ese momento la visita amagó con irse del campo de juego y, para peor, quedó con 8 porque Ian Escobar insultó al árbitro y se fue antes a las duchas. Sin embargo, el encuentro siguió y a los 96′ el juvenil Lucas Acosta amplió el marcador luego de una jugada colectiva ante un rival que ya estaba entregado.
Gustavo Coleoni y sus dirigidos entonces pidieron a Comesaña que lo terminara y así fue. Pero la cosa no iba a terminar ahí: cuando San Miguel se retiraba del césped, en el ingreso a la manga hubo insultos con personal del local y todo terminó en una imagen bochornosa, con jugadores arrojando golpes y un gran tumulto que se calmó tiempo después.
Tres puntos de oro para un San Martín que, sin demostrar tanto, venció a su inmediato perseguidor y sueña con el ascenso.