Primera B - VILLA DALMINE 1 - FLANDRIA 1

Flandria y Dálmine no se sacaron ventajas

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Por la 15° jornada del Torneo Apertura de la Primera B, Villa Dálmine y Flandria empataron 1 a 1 en el Coliseo de Mitre y Puccini, en Campana.

El conjunto dirigido por Salvador Daniele llegaba con la ilusión de escalar en la tabla tras el empate ante Fénix en la fecha pasada, mientras que el equipo de Jáuregui, que venía de cumplir con la jornada libre, intentaba consolidar su repunte tras la victoria por 2 a 0 también ante Fénix en su última presentación.

El encuentro comenzó con emociones rápidas: apenas a los 2 minutos, Cristian Ludueña abrió el marcador para Flandria tras una presión alta de Jonatan Palacio sobre el arquero Martín Perafán. Palacio le robó la pelota al experimentado guardameta, cedió para Ludueña, que definió cruzado y lejos del alcance del arquero local.

La desventaja temprana golpeó al equipo de Campana, que mostró imprecisiones y poco peso ofensivo durante gran parte de la primera etapa. Sin embargo, sobre el cierre del primer tiempo, llegó el alivio para el local: a los 46 minutos, el árbitro Sebastián Bresba sancionó penal para Villa Dálmine, en una jugada polémica que derivó en la protesta airada del banco visitante.

Producto de ese reclamo, el técnico de Flandria, Arnaldo "Cacho" Sialle, fue expulsado.

El penal lo ejecutó Federico Sellecchia con decisión. Cruzó el remate y venció a Tomás Figueroa para establecer el 1 a 1 justo antes del entretiempo. Fue el cuarto penal a favor de Dálmine en lo que va del campeonato, una racha llamativa que no pasa desapercibida.

Ya en el complemento, Sialle dispuso el ingreso de Nicolás Velasco por Alejandro Nalerio, quien estaba amonestado. Y apenas reiniciado el juego, una nueva acción determinante: al minuto, el árbitro cobró penal para Flandria por una mano dentro del área de Maximiliano Pollacchi.

Ludueña, que ya había marcado el primero, tomó la responsabilidad, pero esta vez definió mal. Cruzado, débil y desviado. El delantero desperdició la oportunidad de poner nuevamente en ventaja a su equipo.

Desde entonces, el partido se tornó chato, sin ritmo ni claridad. Ambos equipos sintieron el desgaste y las ideas escasearon. Dálmine intentó con algunos remates de media distancia, como el de Bruno Guelfi a los 38 minutos, que exigió una buena respuesta de Perafán para enviar la pelota al córner.

También lo tuvo sobre el cierre, con un tiro libre al área que encontró la cabeza de Prim, pero Figueroa reaccionó bien para desviar al córner. Flandria, por su parte, no logró volver a inquietar con claridad y sintió el golpe del penal fallado.

Pese a que había arrancado mejor y mostraba mayor determinación en los metros finales, terminó cayendo en el mismo pozo de imprecisión y falta de variantes que su rival.

Con este empate, Villa Dálmine dejó pasar una buena oportunidad de meterse en la pelea grande del Apertura. Aunque rescató un punto tras comenzar abajo, no logró imponer condiciones en su cancha ni sostener un ritmo de juego que le permitiera llevarse los tres puntos.

Para Flandria, el resultado le deja un sabor amargo. Más allá del contexto irregular que atraviesa en el campeonato, el equipo de Jáuregui tuvo en sus pies la chance de quedarse con la victoria, pero dejó pasar una ocasión inmejorable. La próxima fecha, recibirá en el Estadio Carlos V a Argentino de Quilmes, mientras que Villa Dálmine queda libre.