La Lepra venció a Gimnasia por 4 a 2 en el Superclásico de la B Nacional. En los primeros 45 ya ganaba por cuatro goles. El Gargantini fue una fiesta.
Tiempo de nocaut. Independiente Rivadavia goleó a Gimnasia 4 a 2 en el clásico mendocino de la 28° fecha de la B Nacional. En los primeros 45 minutos, la Lepra ganaba por cuatro goles. En el segundo, el Lobo despertó pero no le alcanzó para remontar el resultado.
Arrollador y contundente. La Lepra no jugó un primer tiempo brillante en cuanto al fútbol desarrollado en el campo pero fue lapidario de cara al arco rival. Explotó la floja defensa del Lobo y lo tumbó tempranamente.
A los 3 minutos, el local ya ganaba 1 a 0. Daniel Imperiale anticipó a su marca en una pelota parada y, de cabeza, madrugó al Mensana.
El gol avecinaba una buena tarde para el Azul.
Tras la apertura del marcador, el local le entregó la pelota a Gimnasia que, con la obligación de buscar el empate, dejó espacios de mitad de cancha hacia atrás. Esta circunstancia fue aprovechada por los "rapiditos" de Pablo Quinteros que, de contra, complicaron a Matías Alasia.
Uno de ellos, Hernán Gautier, anotó el 2 a 0 para la Lepra. A los 23 minutos, cuando empezaba a quedarse Independiente, Leandro Aguirre habilitó al Kun con una diagonal impecable para que marque el segundo en la cuenta del local.
Ni respirar pudo el Lobo que, cuatro minutos después, se encontró con un tercer gol de Independiente Rivadavia. El propio Gautier generó la falta de Pomba en el área y el consecuente penal para la Lepra.
El arquero Gaspar Servio, que llegó entre algodones al clásico, cambió la pena por gol a los 27 minutos.
El Gargantini, a esa altura, era pura fiesta. Fiesta que se agigantó a segundos del desenlace del primer tiempo cuando Imperiale "vacunó" por segunda vez al arquero mensana.
Con el 4 a 0 categórico, el duelo del Parque recibió al entretiempo.
La charla, con reproches quizás, en el vestuario de Gimnasia sirvió para encarar el segundo tiempo de otra manera. Lejos de caerse por el resultado, el Lobo salió a comerse a la Lepra.
A los 4 minutos, ante un error de cálculo en la defensa local, Pomba descontó y le dio vida a su equipo en terreno ajeno.
A los 18 llegó la "sorpresa" para los hinchas de Independiente y un nuevo tanto de Gimnasia que no se dejó vencer con facilidad en el Gargantini. Javier Silva cometió penal, vio la roja y le dio la chance a César Carranza. El Chiqui no defraudó y, desde los doce pasos, celebró el segundo para el equipo de Sergio Arias.
A pesar de los goles, las malas noticias no terminaron en el primer tiempo para el Lobo que, a los 25 del complemento, perdió a Yair Marín en la defensa. José Méndez se desprendió por la derecha del ataque, Marín lo bajó de atrás y fue expulsado por Sergio Pezzotta, que coronó un gran arbitraje.
Independiente se dedicó a aguantar la victoria en la última media hora del encuentro. Sufrió algún sofocón en su área ya en tiempo de descuento pero finalmente se quedó con los tres puntos.
El 4 a 2, que en buena parte del partido fue 4 a 0 a favor del Azul, agudizó el presente de Gimnasia que contaba con el clásico como una buena oportunidad para fortalecer a su cuerpo técnico.
La Lepra, por un momento se olvidó de los males, las lesiones y la falta de dinero y se dejó llevar por la alegría que implica el "dos de dos" en los clásicos de la temporada 2015.
INDEPENDIENTE RIVADAVIA (4): Servio; Vizcarra, Cálgaro, Silva, Parisi; Aguirre, Imperiale, Villareal, Gautier; Sanfillipo, Méndez. DT: Pablo Quinteros
Suplentes: Scapparoni, Daher, Gordillo, Nadaya.
Cambios: Podesta por Gautier, Coronel por Sanfillipo y Cerutti por Méndez.
GIMNASIA DE MENDOZA (2): Alasia; Corbalán, Pomba, Marin, Carrizo; Montiveros, Amaya, Espinosa, Oga; Farías y Carranza. DT: Sergio Arías
Suplentes: Leguiza, Carabalí Peña, Garay, Tejada, Lastra.
Cambios: Peinado y Taborda por Amaya y Espinosa.