En el diálogo con la prensa, Romero comentó la jugada del penal: "Antes de entrar al área me hace una falta pero yo espero entrar al área para tirarme. El árbitro deja seguir porque yo tengo la pelota se la corro, no sé si me puntea la pelota o no, pero siento el contacto y me tiro".
Después admitió que fue difícil sumar de a tres, "la verdad fue bastante sufrido los últimos veinte. Ellos tienen jugadores importantes y nosotros con la ventaja que teníamos intentamos mantenerla y por suerte se nos dio".
Cuando se le dijo que vino para jugar el repechaje y fue importante, Diego respondió que "uno vino a sumar, a aportar, desde el primer día lo dije. Por suerte se me dio la confianza, se me abrió el arco, una sumatoria en lo personal pero más que nada hay que rescatar lo grupal. El equipo nunca se cayó y sigue de pie en la pelea por la permanencia".
Mandiyú está luchando denodadamente para mantenerse en la categoría y aunque no depende de él todavía mantiene la esperanza, Diego Romero sostiene que "hay mucho estrés, no habíamos podido conseguir dos triunfos seguidos, hoy se nos dio, queda una fecha y por suerte seguimos todavía en carrera. Esperemos preparar bien el partido del domingo, sabemos que va a ser una final, una guerra, allá en Patria".
Mandiyú jugará con la calculadora en la mano, Diego dice que "fue así toda la Reválida, siempre mirando los promedios, sacando cuentas si gana o si pierde el otro, pero nos mentalizamos de que tenemos que hacer bien las cosas y después, si los resultados acompañan, bienvenido sea".
El hábil mediocampista ofensivo contó que tuvo "una especie de migraña, un fuerte dolor de cabeza, nunca me pasó", que lo obligó a salir.