Los ecos de la victoria de Juventud Antoniana ante Gimnasia y Tiro en el clásico del domingo en el Gigante del Norte aún no se acallan. Es que más allá de que el albo sea el primer equipo del torneo en asegurar su clasificación al endecagonal final, la alegría por el primer objetivo cumplido fue empañada por la bochornosa actuación del árbitro del clásico, el mendocino Fernando Espinosa, quien terminó perjudicando al millonario en algunos de sus fallos. Puntualmente, la infracción de Federico Rodríguez al delantero antoniano en los minutos finales del partido, situación que derivó en el tiro libre letal de Hugo Prieto, que significó a la postre la victoria del santo, permitió que se abriera un manto de dudas y se tejieran un sinfín de especulaciones al respecto de la honestidad del colegiado en sus fallos y a la manifiesta injerencia del gobierno Provincial en el club de La Lerma y San Luis. Para muchos, la falta de equidad del aparato estatal a la hora de repartir “la torta” de los beneficios a los clubes salteños es una cuestión de peso difícil de soslayar. En voz baja y sin hacerlo público, algunos dirigentes millonarios mostraron su fastidio y abrieron paso a la especulación de que la actuación del referí cuyano haya estado condicionada por un factor externo.
