César Carranza se metió en el corazón del pueblo mensana y vivió la "final" ante Dálmine como un verdadero hincha.
César Carranza fue uno de los jugadores que durante esta temporada se metió en el corazón de los hinchas de Gimnasia. El Chiqui se retiró ovacionado en el segundo tiempo del partido ante Dálmine y aseguró: "Terminé echo mierda, me dolía todo".
"Fue una semana muy linda porque en otra situación no tenés el apoyo de nadie, pero esta semana los hinchas vinieron a apoyar, la CD estuvo con nosotros. Esto es como ascender de nuevo, estoy feliz", aseguró el delantero mensana minutos después del triunfo del Lobo.
"Uno siempre tiene la ilusión, sabíamos que teníamos un partido difícil pero que teníamos que ganar. No se puede mirar para atrás. Sabíamos que iba a ser largo, ganamos el partido que teníamos que ganar y fue el más importante", sentenció Carranza a Matías Pascualetti en Radio Nihuil.
En el Legrotaglie los hinchas sufrieron la definición de los otros partidos de la B Nacional en carne propia: "Queríamos no escuchar, pero la gente gritaba y a nosotros nos daba mucha energía para seguir", explicó el ex Nueva Chicago.
Respecto de su salida antes del pitazo final, reconoció: "Estaba cansado, los nervios, la ansiedad. Ellos abrían muy bien la cancha. Estoy muy agradecido con la gente", concluyó.
