Primera Nacional - INDEPENDIENTE RIVADAVIA

El que calla otorga

Independiente Rivadavia, Mendoza, Lepra
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La Lepra jugó un mal partido y dejó pasar como local una inmejorable chance de vencer a un rival directo. Pablo De Muner suspendió la conferencia de prensa.

Independiente Rivadavia dejó una mala imagen ante su gente en la igualdad 1 a 1 con All Boys y dejó pasar una inmejorable chance de vencer a un rival directo en la lucha por mantener la categoría.

Pablo De Muner suspendió la conferencia de prensa al término del partido dejando en claro su malestar con el rendimiento de sus dirigidos, algo que también se vio durante el encuentro.

El orientador leproso ha demostrado ser frontal y siempre predispuesto a los requerimientos de los periodistas, pero esta vez no quiso afrontar los micrófonos que lo aguardaban en la zona mixta del Bautista Gargantini. Una decisión respetable pero no compartible.

Con seguridad entre semana dará sus motivos y analizará con más tranquilidad el empate de su equipo.

Al equipo le faltó paciencia, tranquilidad e inteligencia

"La clave estará en la paciencia. Hay que tener tranquilidad e inteligencia para ejecutar", había dicho De Muner en la previa al partido con el Albo, algo que le faltó a Independiente Rivadavia en la húmeda noche de viernes.

Se vio un equipo partido en el que el sector medio fue el que dejó la mayor deuda, con poco funcionamiento. La Lepra no encontró los caminos para superar a un rival que, hasta dicho partido, no había sumado puntos en condición de visitante.

La defensa azul, más la buena labor del Pity Aracena, tuvo un aceptable partido. Navas fue quizás el que más sufrió porque tuvo inconvenientes en la marca ya que All Boys utilizó ese carril para atacar.

Al equipo le faltó tenencia del balón, algo con lo que insiste De Muner, y no hubo generación de juego para llevarle claridad a los delanteros. Arriba tuvo mejor movilidad Gissi con mucho despliegue mientras que Strahman hizo el juego sucio ante dos marcadores centrales de experiencia como Frontini e Ibars.

Los cambios, con los ingresos de Negri, González y Méndez, le dieron movilidad pero no pudieron revertir el juego. Igualmente quedó demostrado que hay material para cambiar la imagen.

Independiente Rivadavia deberá trabajar con la idea de repetir lo bueno que hizo en los últimos partidos del año pasado. Ahora, enfrente tendrá otro rival directo que viene haciendo un aceptable torneo: Mitre de Santiago del Estero. Sin dudas una parada difícil.