Jugar para trascender es una de las frases de moda por estos tiempos del fútbol. En una edad del deporte y de la sociedad donde parece que solo sirve el que gana y al que no "no existe" esta frase muchas veces aparece asociada a los que culminan el torneo en la cima de la tabla. Sin embargo hay varias formas de trascender en este deporte. La manera de jugar es una de ellas y sin ir más lejos se puede nombrar el caso de Defensa y Justicia, que a pesar que cualquier retrógrado futbolero pueda preguntar qué ganó, la respuesta se cae de mudara: consiguió admiradores a todos los lados del país y espectadores que se sientan con ganas a ver un partido del Halcón.
Todo muy lindo pero hasta ahora ni una palabra de Sarmiento, que este domingo busca volver a la élite del fútbol argentino.
Estos jugadores y este cuerpo técnico ya trascendieron o al menos deberíamos encargarnos de hacerlos trascender. Es verdad que no podemos hablar que lo hagamos desde el juego, ya que estuvo lejos de ser un equipo vistoso a lo largo del certamen. Llegó Sanabria para ser el enganche pero tras una lesión inicial Iván Delfino ya no lo contó en su posición y mutó el sistema al 4-4-2. El entrenador siempre manifestó que al equipo le faltaba juego e intentó lograrlo pero lo consiguió esporádicamente.
No obstante el ex Patronato logró algo fundamental en el fútbol: convencer a sus dirigidos. Agarró a un vestuario alicaído y que llegó a estar en zona de descenso, solo por delante de Riestra, poco a poco hizo que esas falencias anímicas se transformen en virtudes, logró ocho victorias, tres empates y tres derrotas desde aquel triunfo ante Instituto, hasta poner en cancha a once tipos capaces de tener la confianza por las nubes. Tanto que luego de estar dos a uno abajo en las semifinales (con unas cuantas injusticias arbitrales) parecían estar totalmente seguros de que ese partido terminaría siendo suyo. Y así fue.
Dicen que una de las mejores virtudes que puede tener un técnico es sacarle el mayor jugó posible a cada jugador. Y en diferentes momentos del Torneo podemos nombrar a Passerini, a Cacheiro, a Kippes, a Miracco y seguir.
Todo eso consiguió este equipo, a pesar de no contar con el apoyo masivo de un público juninense cada vez más reacio a acompañar a los equipos de la ciudad, a no ser en las finales, ahí estamos todos.
Este domingo a las 19 horas habrá un segundo ascendido a la Súperliga. Pero sea o no Sarmiento, esta campaña ya merece estar colgada en un cuadrito para ser recordada. Porque este equipo jugó para trascender.
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