El Colo es una de las figuras de Estudiantes de Río Cuarto y ya está con la cabeza puesta en el duelo de la Copa Argentina, ante Boca Juniors, del próximo viernes.
Con sus 26 años, Alejandro Cabrera es una de piezas fundamentales en el funcionamiento de Estudiantes de Río Cuarto en esta campaña, ya que su puesto de volante central permite manejar los hilos del equipo de Marcelo Vázquez dentro de la cancha. El Colo palpita el duelo ante Boca Juniors por los 32avos de final del próximo viernes a las 18 horas en el José María Minella de Mar del Plata. "Disfrutándolo porque es para nosotros muy lindo, queremos dejar bien parado al club", comenta el jugador.
-¿Hay mayor ansiedad que lo habitual por el tenor del rival?
-Personalmente no, a lo mejor cuando se acerque más el partido tenga esa sensación. La ciudad te lo hace saber, es algo lindo para el club e histórico para la ciudad, pero tenemos que manejar eso porque puede jugarnos en contra.
-¿Cómo te imaginas el partido?
-Tenemos que tratar de hacer un partido largo, ser inteligentes y sacarle ritmo al partido. Confiamos en nosotros por más que juguemos ante un equipo de jerarquía. Estudiantes es intenso, presiona bien y sabe manejar la pelota. Si hacemos esto, podemos lograr un buen partido y por qué no soñar en ganarlo.
-Realmente sería un sueño
-Sí, para nosotros, para la zona, la ciudad y el club. Estamos con la responsabilidad de hacer las cosas bien, somos 11 contra 11 más allá de la jeraquía del rival.
-En Los Condores, tu pueblo natal, ¿Cómo están con el partido?
-Seguramente hay muchos hinchas de Boca, pero van a querer que gane Estudiantes y me vaya bien a mí. Me mandan mensajes y están atentos a lo que pasa en el equipo donde juego. Espero tener barra a mi favor ahí.
-Están viviendo un estrés lindo porque después de Boca otra vez poner la cabeza en el pentagonal.
-Estamos cerca del objetivo principal, pero tenemos en el camino a San Jorge en Tucumán y va a ser duro. La ventaja que tenemos es que definimos de local ante Sarmiento. Tenemos que seguir igual, metiéndole para cumplir con el ascenso.
