Atlético Paraná igualó 0 a 0 en su visita a Independiente Rivadavia, en marco de la undécima fecha del campeonato de ascenso de AFA. El Gato hizo un correcto trabajo defensivo, pero fue muy pobre la producción ofensiva. Ante un rival limitado, el elenco de barrio San Martín no se animó a salir a buscar los tres puntos.
Se enfrentaron los dos equipos que cierran la tabla de posiciones de la Primera B Nacional. La urgencia de ganar estaba en ambas partes. En Atlético Paraná (9 puntos) y también en Independiente Rivadavia de Mendoza (7 unidades), penúltimo y último, respectivamente. Lo primordial era cuidar el cero en el arco y después salir a buscar el triunfo. Pero se esmeraron demasiado en hacer lo primero y se olvidaron prácticamente de jugar. En consecuencia, el partido de la undécima fecha terminó con un aburrido 0 a 0 en el estadio Juan Bautista Gargantini de la capital mendocina.
La ubicación en la tabla no varió y el plantel Decano le dio valor al punto conseguido, porque se cortó con una racha de tres caídas en serie. Pero era la oportunidad para llevarse la victoria y empezar a enderezar el rumbo. Lo positivo para el Gato es que hizo un correcto trabajo en la faz defensiva y que no perdió manteniendo su valla cerrada.
Lo negativo es que no tuvo ambición para ganarlo desde el vamos, porque el DT se decidió por un planteo timorato de poner seis defensores en cancha, más allá de que Martín Galli y Maximiliano Piris se ubicaron como carrileros, no hubo alguien para crear juego y no se animó a aprovecharse de la necesidad del rival, que al jugar de local se encontraba con mayor urgencia por la presión de su público y también venía de tres derrotas consecutivas.
El Decano dejó pasar una buena posibilidad. Hace nueve encuentros que no gana y no sale del fondo. El próximo sábado y en el estadio Pedro Mutio buscará zafar de esta situación cuando reciba a Santamarina de Tandil, a partir de las 20.
POCO ATRACTIVO
Paraná quiso sorprender en los primeros minutos y todo dos llegadas rápidamente. Primero remató Alzugaray, a las manos de Aracena, y luego Vercellino, pero el balón se fue por arriba del horizontal. En los instantes iniciales, el visitante quiso ser protagonista con mucha gente en mitad de cancha, con posesión del esférico y llegadas al área rival.
Pero paulatinamente, el dueño de casa fue emparejando el juego. A partir del manejo del balón con la sociedad Abelairas-Daher avanzaba en el terreno pero no tenía profundidad, por lo que no generó peligro ante una defensa que se mostró concentrada y firme. Un cabezazo de Dolci fue una de las aproximaciones de la Lepra pero sin mayores consecuencias.
El elenco entrerriano estaba bien parado en el campo con varios hombres para la recuperación, aunque solamente Vercellino y Alzugaray para intentar crear algo, principalmente el Licha que estuvo activo y participativo en el juego, mientras que Cadenazzi arriba peleaba a todas pero no le quedaba una clara.
Ambos equipos cuidaron más el cero en su arco y atacaron poco. Se repartieron la tenencia del esférico, hubo muy pocas jugadas profundas, claras, en ofensiva y le faltó emoción a un primer tiempo discreto que terminó sin ventaja.
POBRE Y UN FINAL POLÉMICO
La urgencia del local lo llevó a tomar riesgo y fue un poco más ofensivo en la segunda etapa. Tuvo mayor tenencia de balón, intentó haciendo ancha la cancha pero careció de ideas, claridad y profundidad, por lo que no generó ninguna chance concreta de gol. Solo con centros al área, en donde Cosentino se mostró seguro en sus intervenciones o también con disparos de media distancia que salieron desviados, la Lepra mendocina intentó romper la paridad.
El partido era malo y la producción del Rojiblanco pobre. Bien parado en la faz defensiva, pero con poca vocación ofensiva dependiendo de alguna jugada individual de Vercellino o Alzugaray, ya que Piris y Galli se preocuparon más en la contención que en desbordar y llegar al fondo para enviar centro al medio del área en donde se posicionaba Cadenazzi a la espera que le cayera algún regalo del cielo, que no llegó.
Todo era del dueño de casa, que fue empujado por sus simpatizantes desde las tribunas y platea porque dentro de la cancha los jugadores carecían de ideas para lastimar a un rival que se dedicó a mantener el empate. Sin embargo, tras una buena maniobra personal del Licha el Rojiblanco tuvo la más clara del encuentro, porque habilitó a Vercellino quien definió de zurda pero se tiró al piso Villarreal y tapó con sus piernas la definición del concordiense que parecía tener destino de red.
Sobre el final, la Lepra arrinconó al Gato sobre su área y tuvo tres llegadas en tiempo extra. Primero Cosentino, luego Machado y después el asistente Barrionuevo (sancionó una dudosa posición adelantada) salvaron la caída de un apático Paraná que se conformó con el empate y no se animó a ganar el duelo de necesitados.
Síntesis:
Independiente Rivadavia: Cristian Aracena; Enzo Ruiz, Ezequiel Bustamante, Ariel Agüero y Javier Silva; Matías Abelairas,Franco Dolci, Matías Villarreal; Luis Daher; Hernán Gautier y Juan Pereyra.
DT: Daniel Córdoba.
Atlético Paraná: Federico Consentino; Leonardo Morales, Tomás Machado, Diego Reynoso y Facundo Quiroga; Martín Galli, Pablo Vercellimo, Pablo Lencioni y Maximiliano Piris; Lisandro Alzugaray y Felipe Cardenazzi.
DT: Edgardo Cervilla.
Cambios: en el segundo tiempo, 7m. Carlos Rearte por Dolci (IR); 11m. Federico Córdoba por Lencioni (AP); 15m. Matías Minich por Silva (IR); 19m. Gastón González por Abelairas (IR); 27m. Fernando Benítez por Cardenazzi (AP); y 32m. Alexis Ekkert por Piris (AT).
Árbitro: Ramón Guaymas
Estadio: Bautista Gargantini
